Thursday, December 02, 2010

El pazo de Meirás dejará de ser de los Franco



El pazo de Meirás dejará de ser de los Franco en menos de dos años
El concello de Sada, donde se ubica la propiedad, ha iniciado el proceso que le llevará a recuperar la titularidad pública del inmueble
PATRICIA CAMPELO



Pazo de Meirás. ArchivoNoticias relacionadasEl Supremo autoriza a la Xunta a entrar en el Pazo de MeirásDenegado el recurso de súplica de Carmen Franco contra la apertura del Pazo MeirásLa familia Franco deberá abrir el pazo de Meirás al público cuatro veces al mesLa Comisión de la Memoria Histórica pide el inicio de la devolución del Pazo de Meirás"Era una aspiración que teníamos desde hace tiempo y que se ha plasmado en una realidad". María Xosé Carnota, concejala de Urbanismo de Sada, tiene claro que las posibilidades de que el municipio coruñés logre la titularidad pública del Pazo de Meirás han dejado de ser "utópicas" y se cumplirán "en menos de dos años".



El gobierno municipal aprobó ayer el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) con el que hace oficial su firme intención de "calificar como equipamiento público y espacio libre" tanto las siete hectáreas de terreno como las edificaciones, propiedad de la familia Franco desde 1938.



De este modo, el pazo dejará de pertenecer a sus actuales poseedores para pasar a ser propiedad del ayuntamiento, que aún no sabe qué uso concreto le dará, pero subraya la importancia de que los ciudadanos "puedan utilizarlo como zona de esparcimiento siempre que quieran", señala Carnota. Así, se ampliaría el que tiene en la actualidad, ya que, tras su declaración como Bien de Interés Cultural, los Franco están obligados a abrirlo al público cuatro días al mes de forma gratuita.



Entre las opciones que baraja Sada para hacerse con el pazo está la expropiación

Los descendientes del dictador recurrieron ante el Supremo esta decisión alegando "importantes gastos de vigilancia y seguro por accidentes" pero el alto tribunal falló en su contra el pasado octubre.



El concello está ahora a la expectativa de que la Xunta le comunique qué cuatro días del mes se abrirá el pazo para las visitas guiadas, dado que, tras la decisión del Supremo, es esa administración la que tiene que obligar a los Franco "a abrir ya su propiedad al pueblo", puntualiza.



Mientras, el camino que se abre ahora desembocará en un amplio abanico de posibilidades a realizar en el recinto, puesto que será el gobierno local (BNG y PSG), y no los Franco, quien decida los usos públicos del pazo.



Formas de adquisición

La duda surge ahora en el modo de adquirirlo. "No descartamos, por el momento, ninguna de las opciones que contempla la legislación", aclara la concejala de Urbanismo. Entre estas posibilidades, está la expropiación forzosa a los Franco por decisión de la Xunta, o la firma de un convenio urbanístico o de colaboración con otras administraciones, pero, en todo caso, siempre a través de "la iniciativa y financiación pública".



"Exploraremos todos los mecanismos para adquirirlo", garantiza.



Por su parte, la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica da Coruña tiene claro que esta opción no sería la más plausible: "El concello está obligado a hacer lo que pueda, pero comprar un objeto robado al ladrón queda feo".



"El concello tiene que hacer lo que puede, pero comprar un objeto a quien lo ha robado es feo"

A pesar de ello, son optimistas y apoyan la iniciativa del consistorio, pero prefieren mantenerse "cautos", ya que consideran que se trata de un paso "insuficiente".



"Los Franco deberían devolver lo que es un bien robado", denuncia Rubén, miembro de la Comisión, quien explica cómo en 1938, el conde de Fenosa, Pedro Barrié de la Maza, obligó a los trabajadores de la comarca "a donar parte de sus salarios para pagar la casa labriega, de la familia Pardo Bazán, que después fueron ampliando a costa de expropiaciones y robos a los vecinos". "En realidad no era un pazo, así lo denominó el dictador", añade.



Largo proceso

Incluir la calificación del pazo como "equipamiento público y espacio libre" en el plan de Urbanismo de Sada supone el cimiento para conseguir que la finca y las Torres de Meirás vuelvan a ser del pueblo al que se le arrebató hace más de 70 años. En plena Guerra Civil, los gallegos estuvieron obligados, bajo amenaza de que les señalasen como rojos si no lo hacían (con lo que eso significaba), a pagar el regalo que los franquistas hicieron al dictador para demostrarle la afección a su causa.



María Xosé Carnota está convencida de que lo van a lograr, aunque el proceso que inician a partir de ahora será largo. La concejala cree que a finales de 2012 la propiedad del terreno y de las torres "será del concello" y, por tanto, de todos los ciudadanos.



Desde la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica lanzan un mensaje claro sobre el pazo a los descendientes del dictador: "Por dignidad, que lo devuelvan".



Petra 'condición y depredadora de nuestra debacle’

Ayer me comentaban como se reía Petra cuando me condenaron por ejercer la libertad de expresión. (Como si fuera yo el primero) Yo sigo escribiendo, y ella, Petra, es hoy “un cadáver político de cuerpo presente”.




Ella "dominadora de la gestión, genio del buen hacer ariete y lustrosa", será recordada como una empresaria al uso, pero también triste porque "fue una alcaldesa contraríada".



Todos los pasos posibles están escondidos en los rincones de sus recuerdos; detrás de todos ellos se esconde la mujer, "cómplice de su propia avaricia", con una larga aventura a su paso por el Ayuntamiento que compartió con los que comían de sus favores.



Fue una “devastadora de nuestro ser” como ciudadanos cuchareros y ahora no es aceptada ni por esos estómagos agradecidos durante su mandato.



Quizá no ha sido ni despedida porque ella se creía su propio santuario, que no necesitaba entrar en el. Avasallaba con el lenguaje más barriobajero del acervo cacharrero, hasta la más sublime adulación a los eruditos del Pueblo. Estos personajes nunca crean escuela, y ¡suprimido quedará el que intente imitar su talante!



No podemos negarla los halagos que la dedicaron esos serviles a los que sobresalen de alguna manera como ella: con el dolor más extremo que nos infligió a unos y la alegría de lo cotidiano de otros bisoños de nuestra (Realidad)



Ante ese pueblo que ella instrumentaba queda ahora el vacío social y político que nos dejó, del que no le veo salida posible, como a la misma crisis de España.



Ella y su mentor jurídico Lucas Yuste, no fueron capaces de obligarme a dejar de escribir, y por eso sigo escribiendo. Lo cual (para mí) no es ninguna tontería.



Ya sé que era muy fácil zurrar la badana a Petra, que nada aguantaba y que en su salario iba eso, soportar, entender y asumir todo tipo de crítica, por muy desabrida que fuera. Y lo que vamos sabiendo, cada vez la deja peor, porque es evidente que con ella funcionaba el doble rasero.



Pero esto que vale para Ella, vale para nosotros, empezando por mí, porque no siempre puedo decir lo que sé, no siempre tengo el valor de contar lo que estoy pensando, y no siempre hago lo que creo. Qué le voy a hacer, es la condición humana la que explica tanta contradicción en mí, y en todos.



Mantener siempre una idea coherente, razonable y valiente es muy difícil. Pero si en algunos casos esa incoherencia se puede explicar -que no justificar- en la política no. Ella que estuvo en esa actividad de toma de decisiones, pasó por las urnas, y la dieron su desaprobado. Y decía Wikileaks: no merecen estar ahí, y menos aún merecen nuestra confianza ni consideración. Mucha gente tuvo en Ella la fe que ponen en su religión.



Así que, de gentes políticas como Petra no se agota la fuente para escribir de ellos.