Saturday, December 18, 2010

La derecha no acepta el holocausto español











Ian Gibson: "La derecha no acepta el holocausto español" El hispanista señala la falta de valentía del PSOE en la eliminación de los símbolos franquistas
ELENA HERRERA Madrid 18/12/2010 17:27 Actualizado: 18/12/2010 17:32

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El hispanista Ian Gibson. - REYES SEDANONoticias relacionadasGarzón recusa a un tercio de la Sala de lo Penal del Supremo"Estaba cabreado, por eso decidí apuntarlo todo". El desaliento y el pesimismo llevaron al hispanista Ian Gibson (Dublín, 1939) a escribir La fosa de Lorca: crónica de un despropósito, el libro que presentó ayer en Madrid.



Ante medio centenar de personas, el autor habló de su decepción por el "fracaso" del intento de encontrar la fosa de García Lorca y arremetió contra el "secretismo" de la Junta de Andalucía durante el proceso, no sin antes señalar al Estado como el ente que "debería buscar los huesos del mejor embajador de España de todos los tiempos".



Durante la presentación, que acabó por convertirse en un coloquio con los asistentes, el autor acusó a "la derecha" de no aceptar el "holocausto español" y señaló la falta de valentía del PSOE en la eliminación de los símbolos franquistas.



Estaba previsto que el juez Baltasar Garzón acompañara a Gibson en su estreno, pero el magistrado comunicó a última hora a la editorial que le era imposible asistir. "[Garzón] es fantástico, le admiro mucho. Me duele que no esté", declaró el autor.



Memoria Pública

Un 'palio' metálico para llegar a la tumba de Franco
El Gobierno reabre mañana el Valle de los Caídos tras gastar 100.000 euros
DIEGO BARCALA MADRID 18/12/2010 08:00 Actualizado: 18/12/2010 09:21





El pasadizo impedirá que los fieles que acudan a la misa de mañana corran peligro por algún desprendimiento.El Valle de los Caídos es una ruina. Sus esculturas gigantes de piedra de Calatorao se quiebran hasta el derrumbe, sus columbarios tienen los techos hundidos y los huesos de víctimas de la Guerra Civil que reposan allí permanecen diseminados hasta el punto que su identificación es casi imposible. Pero los monjes de la abadía benedictina quieren seguir dando misa y sus fieles, agrupados en asociaciones fascistas, recibirla. Para posibilitarlo, el Gobierno ha protegido La Piedad con una malla sobre la entrada principal y ha construido un pasadizo de acero con un coste de 100.000 euros. La obra se estrenará mañana.



El pasadizo y la malla obedecen a un acuerdo alcanzado por el ministro de Presidencia, Ramón Jaúregui, y el abad de la basílica, Anselmo Álvarez, hace un mes, tal y como expresó el dirigente socialista la pasada semana en el Senado. El 3 de diciembre finalizó la instalación de la estructura que protege la escultura La Piedad, de Juan de Ávalos, diseñada por los técnicos de la Dirección de Actuaciones Histórico Artísticas sobre Bienes Muebles y Museos de Patrimonio Nacional, según la documentación a la que hatenido acceso este periódico.



El Gobierno cerró al culto la basílica ante la cercanía del último 20-N

El pasadizo y la estructura son el resultado de un año de tira y afloja entre los responsables de Patrimonio Nacional (dependiente del Ministerio de Presidencia) y la abadía benedictina, que habita el lugar desde 1957. El 23 de noviembre de 2009, técnicos contratados por Patrimonio acudieron al valle de Cuelgamuros para desmontar los 151 bloques que componían la escultura de la entrada principal. Para efectuar la restauración se cerró el recinto excepto al culto en la basílica. En julio de 2008, uno de esos bloques cayó sobre la explanada evidenciando el peligro que suponía el deterioro de las esculturas.



Cierre ante el 20N

Ante la llegada del último20-N, el Gobierno ordenó el cierre temporal total incluido el culto del Valle de los Caídos. Los monjes, junto a las ultraderechistas Hermandad del Valle de los Caídos y la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos, organizaron una campaña contra el cierre que incluyó misas oficiadas a la intemperie durante el pasado mes de noviembre.



Los monjes emprendieron una campaña con misas a la intemperie

La conmemoración de la muerte del fundador de la basílica, Francisco Franco, fue celebrada en la intimidad por los monjes tal y como declaró a este diario el propio abad. Los fascistas se tuvieron que conformar con cantar el Cara al Sol en la entrada de la carretera que sube hasta la basílica. "En este país no se puede ni rezar", llegó a lamentar algún franquista.



Con la reapertura al culto de la basílica se abre un periodo de tranquilidad en la relación entre el Gobierno y la abadía. Jaúregui anunció en el Senado la intención del Ejecutivo de convertir el recinto en un centro de la memoria que recuerde "el horror del franquismo" y la "verdad". Ese punto todavía no ha sido negociado con la abadía benedictina.