Monday, September 13, 2010

MIS LETRADOS SEGUIRÁN AL FRANQUISMO HASTA DONDE GARZÓN NO PUDO"

Entrevista
Darío Rivas Cando hijo del alcalde de Castro de Rei represaliado en 1936, Severino Rivas Barja.

El lucense Rivas Cando celebra que Argentina reabriera el viernes la causa de la dictadura, pero subraya que aún falta mucho para «hacer justicia» a las víctimas.

La Voz de Galicia.es/Gadea G. Ubierna/Lugo/05-09-2010

Darío Rivas Cando descubrió por casualidad en 1994 lo que sus hermanos le ocultaron durante décadas para evitar más víctimas del franquismo en la familia: el lugar en el que fusilaron y enterraron a su padre (el ex alcalde de Castro de Rei al comienzo de la Guerra Civil, Severino Rivas Barja) en octubre de 1936. Desde entonces, Rivas Cando ha conseguido enterrar a su padre en el panteón familiar de Loentia y, ahora, que la Justicia argentina reabra la causa contra el franquismo después de presentar una querella junto a otras víctimas y asociaciones. Desde Buenos Aires, este hijo de lucenses habló ayer por teléfono con La Voz para narrar lo que viene ahora.
-¿Cómo se siente después de la decisión de reabrir la causa al franquismo?
-Estamos muy contentos. Aquí, en Argentina, están retransmitiendo la noticia todo el tiempo y están todos muy interesados en lo que va a pasar. Es un paso muy importante. Si la causa continúa, hay en torno a 5.000 víctimas, hijos o familiares de represaliados, esperando entrar en el juicio.

-¿Qué harán ustedes ahora?
-Nosotros [en alusión a otra querellante, Inés García Holgado y once asociaciones] ya iniciamos el trámite para pedir por los crímenes y por los desaparecidos entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977. No soy comunista ni socialista, solo reclamo por los derechos humanos. Yo luché mucho por mi padre y no le devolví la vida, pero me hicieron la reparación de la memoria.
-Solicitan los nombres y actas de defunción de los que gobernaron con Franco.
¿Tienen esperanza de que alguno declare?
-La Justicia ya actúa de forma automática y va a reclamarlo. Yo ahora me rijo por la Justicia argentina, no por la española. Es el colmo que unos asesinos de Falange Española quieran enjuiciar al juez Garzón. No quiero criticar a todo el pueblo español porque no todos tienen culpa de lo que pasó, pero sí creo que España se atrofió políticamente por la Guerra Civil y, después, parece que el bienestar económico le quitó el sentimiento. ¿Cómo es posible que en España no se hayan investigado nunca las miles de muertes del franquismo? Es cierto que Garzón, a quien he visto dos o tres veces en Buenos Aires, no tiene causa propia en este proceso, pero yo suplantaré su lugar. No soy juez, pero tengo a mis abogados [ocho, ni más ni menos] para seguir hasta donde él no pudo.

-¿De dónde saca tanta energía?
-¡Yo soy joven! No tengo más que noventa años pasados, pero mi padre me da fuerzas para seguir. Llevo más de setenta años pidiendo justicia para él, y para todas las personas que, como él, fueron víctimas de unos asesinos que no han pagado.

-¿Cuándo empezó a investigar lo ocurrido con su padre?
-Lo quise averiguar mientras vivía Franco, a quien tuve oportunidad de ver frente a frente y de conocer. Yo trataba a gente que manejaba cosas de él y me invitaron a pescar en su barquito, pero me negué. También, en la plaza de toros de A Coruña, cuando todo el mundo se levantó a saludarlo, mi esposa y yo nos quedamos sentados y no me llevaron preso porque creyeron que era turista. ¿Cómo me iba a poner en pie ante la persona que ordenó la muerte de mi padre?







Los familiares de los seis fusilados de Navalcán reciben los restos

Será en un acto público que se llevará a cabo en el Centro Cultural de Navalcán el 23 de octubre a las 12,00 horas, con el que se homenajea a estas víctimas de la Guerra Civil

M. Herrero / Talavera

Algunas dudas se despejan y muchos ciudadanos pueden vivir más tranquilos. En 1936 desaparecieron sin dejar rastro; 74 años después sus familiares tienen noticias de sus restos. Son los cuerpos de seis fusilados de la Guerra Civil española que se hallaron en dos parajes de la localidad de Navalcán y que ahora podrán ser devueltos a sus familiares.

El 23 de octubre, a las 12,00 horas en el Centro Cultural de Navalcán, se llevará a cabo un acto simbólico para devolver los restos de los fusilados a sus familias. En febrero de hace tres años se abrieron tres fosas localizadas en los parajes de la Dehesa Nueva y la Cañada de Calabazas para localizar y llevar a cabo las labores de exhumación de los cuerpos de seis hombres. En la primera fosa se encontraron los restos de Joaquín Sánchez Urdiales, de 38 años y de la familia conocida como ‘Matancha’; de Juan García Blanco, de 41 años perteneciente a los ‘Repica’, y del más joven, que apenas había superado la mayoría de edad, José Cepeda. Frente a ellos, y cruzando un pequeño arroyo de la Dehesa Nueva, los técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, especializada en exhumación de fosas de la Guerra Civil española, descubrieron el cuerpo de Gregorio Muñoz, de 30 años y de la familia ‘Pirollo’. En la Cañada de las Calabazas se localizaron los huesos de los cadáveres de los hermanos Lázaro y Mariano Rodríguez Muñoz, de 30 y 27 años, respectivamente.

Marcial Muñoz, miembro de la Asociación para la Memoria Histórica de la Sierra de Gredos y los Montes de Toledo, asegura que «la cantidad de restos hallada ha sido escasa debido a la acidez de la tierra y del ph del agua que es muy agresivo».

En las fosas, junto a los restos, se han encontrado diferentes materiales, como son hebillas de cinturones, proyectiles de balas o botones de uniformes, muestras evidentes de la pertenencia de estos hombres al bando republicano. Como ejemplo, el caso del más joven, José Cepeda, que se hizo miliciano para conseguir un salario y mantener a su familia, le hirieron y regresó a casa para sanarse, los golpistas habían entrado en Navalcán y le mataron.

Los familiares de estas víctimas se muestran satisfechos del trabajo realizado porque dan por concluida una etapa de sus vidas. «Querían recuperar estos restos, hay sentimientos muy fuertes pero también personas que han muerto sin saber que habíamos encontrado a sus desaparecidos», comenta Muñoz.

Tras los trabajos de exhumación para los que se utilizó un georadar, la Sociedad de Ciencias de Aranzadi analizó y examinó los restos. Ahora, casi tres años después, se los entregará por fin a las familias.