El juez Baltasar Garzón sale de un coche.Documentos relacionadosProvidencia del juez Baltasar Garzón solicitando más información sobre los crímenes de la Guerra Civil y el franquismoTodavía no ha decidido si abrirá la primera causa penal sobre la Guerra Civil, pero continúa recabando datos. Y no acepta negativas. Por eso, la providencia del juez Baltasar Garzón sobre las diligencias para recabar datos sobre las víctimas de la Guerra Civil y represión franquista empieza insistiendo en su petición de información sobre desaparecidos y asesinados a la Conferencia Episcopal Española.
El juez recuerda que su requerimiento anterior fue respondido con un "esta institución no tiene competencia para contestar". Ahora, apela al "organismo que corresponda de la Junta Episcopal o de la Conferencia Episcopal" para que, "en aras a la colaboración con la Administración de la Justicia", se pidan los datos solicitados a cada diócesis y estas, a su vez, a cada parroquia y registro. El magistrado precisa que procedan "guardando la máxima confidencialidad".
Denunciantes indignados
Los denunciantes han presentado en el Juzgado copias de libros parroquiales en los que constan los fusilados en ciertas localidades. Por eso, están tan dolidos con la respuesta dada al juez por la Conferencia Episcopal. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica hizo público ayer un comunicado en el que exigía a la Conferencia Episcopal información sobre los cementerios que han gestionado durante años. "La Iglesia debe aceptar todo su pasado y no cubrirse con un manto de víctima y no esconder su intensa labor como verdugo".
El magistrado también se dirige a la Abadía del Valle de los Caídos para que "en un plazo razonable pero urgente" le entregue el libro en el que se registraron las inhumaciones y los traslados de cuerpos a Cuelgamuros. Le pide que precise qué dificulta su labor, para poder dirigirse al organismo oportuno.
Precisamente, en función de la contestación que ya le ha dado el Archivo General de la Administración, Garzón ha ampliado la lista de organismos a los que solicita datos. En concreto, se ha dirigido a los fondos judiciales de los tribunales de Madrid desde 1936. En ellos están incluidos los creados durante la defensa de la capital después del golpe de Estado de Franco, en los que espera encontrar datos de personas desaparecidas o fallecidas bajo el Gobierno de la República.
Posteriores al 17 de julio
Una vez obtenidos, el juez, cuya única condición para la búsqueda de información es que los hechos sean posteriores al 17 de julio de 1936, determinará si pueden englobarse con los cometidos por el bando nacional o si obedecían a otras circunstancias, algo fundamental para pronunciarse sobre la competencia.
La resolución del magistrado, que podría estar lista en una semana, declarará previsiblemente que la Audiencia puede investigar lo sucedido hace 70 años. Para ello, Garzón debe considerar que esos crímenes son constitutivos de ser delitos contra la humanidad y que respondían a un plan sistemático, algo que puede no encajar con los asesinatos cometidos en la República, según fuentes jurídicas.
En cualquier caso, el juez necesita más datos antes de decidir. De ahí que también solicite el fondo documental Inscripción en el Registro Civil de Desaparecidos en la Guerra, que reúne expedientes desde 1939 hasta 1948, así como las causas abiertas en relación con desaparecidos y asesinados durante la guerra y la posguerra.
Además de ambas peticiones, dirigidas al Tribunal Superior de Justicia de Madrid y al Juzgado de Primera Instancia número 2 de Madrid, el magistrado también solicita a la Dirección General de Prisiones "la vida penal de los detenidos como consecuencia de la guerra, juzgados y condenados y fallecidos por causas comunes". Al Archivo de Salamanca, le demanda los fondos documentales relativos al Auxilio Social (principal institución del régimen franquista dedicada a la beneficencia) para obtener un listado de los padres de los niños que atendieron.
La solicitud de información también se dirige al Ministerio de Exteriores para tener acceso a los documentos del Gobierno republicano en el exilio, que están en poder de la Embajada española en México.
Monday, September 06, 2010
La Andaya entre 2006 y 2007
Los restos de los fusilados fueron exhumados en La Andaya entre 2006 y 2007.Tenía cuatro años cuando mataron a mi padre.-(Esos mismo tenia yo, Fernando de León) Fue tan impactante que me acuerdo como si fuera hoy. Los gritos de mi madre, el dolor y la mudanza. De buenas a primeras inundaron de tristeza nuestra casa". Ampelio Antón tiene 78 años. Nada le devolverá la alegría que recuerda de su hogar antes de que los falangistas le arrancaran a su padre, también Ampelio, carpintero y concejal de
Izquierda Republicana en Lerma (Burgos), en agosto de 1936. Ni siquiera supo dónde estaba enterrado, pero hoy, cuando reciba sus restos recuperados de una fosa común en el monte de La Andaya, dice que sentirá "tranquilidad".
Después de tres años de trabajo, los forenses y antropólogos que han colaborado con la Asociación para la Recuperación de la
Memoria Histórica (ARMH) han conseguido identificar, gracias a la comparación genética de familiares, a 44 fusilados de la comarca de la ribera del Duero que los falangistas quisieron hacer desaparecer de por vida en el monte. En total, han recuperado 87 cuerpos de tres fosas que reflejan la represión del verano sangriento de 1936 en una comarca donde no hubo frente de guerra.
Un capitán sanguinario fue el culpable de la matanza
"Bastaba con tener un mínimo cargo del Frente Popular para ser detenido y ejecutado. Entre los fusilados en La Andaya hay siete alcaldes, varios concejales y el diputado provincial Tomás Reguero", explica el investigador de la ARMH en Burgos, José Ignacio Casado. La reconstrucción de lo sucedido en estas fosas está perfectamente detallado. Todos los testimonios orales y la documentación recopilada por Casado denuncian al capitán de la Guardia Civil, Enrique García de la Sierra, como el responsable de las matanzas.
"Este hombre era un auténtico psicópata que llevó su fama de sanguinario durante toda su vida", describe Casado. Ampelio, cuya familia permaneció viviendo en Lerma, también conoce la historia. "Siempre se dice que los familiares de fusilados no buscamos venganza. Y es verdad. Pero el rencor y el dolor siguen ahí. Dicen que el odio es la venganza del cobarde y yo soy muy cobarde", reflexiona Antón.
La familia Antón ya tiene pensado qué hacer con los restos. "Los llevaremos al cementerio de Lerma, donde pondremos una placa que diga lo que defendía mi padre. Aquí hay mucha gente de derechas que igual no lo entiende, pero no me importa, yo no comparto sus ideas", razona Ampelio."No busco venganza, pero el dolor sigue ahí", dice un familiar Un banco de ADN
Las pruebas genéticas han conseguido reconstruir la identidad de 44 personas, pero para otros esqueletos ha sido imposible extraer ADN o no se han encontrado familiares. "Estaban en una zona de arado y puede que entre el agua y el abono hayan deteriorado los restos", explica Casado. Los científicos que han identificado los esqueletos aprovecharán para tomar pruebas genéticas. Su intención es crear un banco de ADN útil en futuras exhumaciones en la zona.
Los familiares recibirán los restos de sus antepasados en la Casa de la Cultura de Aranda de Duero. El acto servirá para homenajear a los siete miembros de la corporación municipal de Aranda, incluido el alcalde, Felipe Gutiérrez Catalá, que fueron asesinados tras el 18 de julio.
Saturday, September 04, 2010
DIAGONAL: A más de 30 años de la aprobación de la Constitución, ¿cree que se debe reformar?
JOSÉ ANTONIO MARTÍN PALLÍN: Por razones de incumplimiento yo no tocaría ningún artículo. Por razones de actualización, sí. Se hizo una Constitución saliendo de 40 años de dictadura. Muy pocos países han sufrido este fenómeno. Ni Alemania ni Italia tardaron tanto tiempo en vencer a Hitler y Mussolini, con ayuda extranjera, claro está. Tardamos 40 años en derrotar al Franquismo y aún sigue intacto. Me preocupa que el Franquismo esté tan arraigado en muchas capas de la sociedad. En la Constitución hay que cambiar aquellas cosas que no se pudieron cambiar entonces, por ejemplo la forma de Gobierno. La monarquía ha ejercido su papel. No propugno su derrocamiento, sino suscitar un debate. También hay que reestructurar el caos que se produjo con las autonomías, el famoso café para todos. Estamos ante un Estado federal pero no constitucionalmente federal.
D.: ¿Qué supuso la Ley de Amnistía?
J.A.M.P.: Se utilizó como una operación quirúrgica para romper con el pasado, pero muchas veces las operaciones supuran. En abril de 1977 se firman los tratados internacionales sobre derechos civiles. La Ley de Amnistía, de octubre de 1977, emplea una terminología insólita en el marco del derecho internacional. Habla de ‘delitos de intencionalidad política’. Ese concepto no existe. Mientras, el artículo 10 de la Constitución se refiere a los tratados internacionales firmados por España y ninguno habla de delitos de intencionalidad política. Son crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra. La amnistía fue una vergonzante transacción, que no una transición, con las fuerzas de la dictadura que querían un cheque en blanco. Eso no ha pasado en ningún país. Nos hemos convertido en los adalides de la jurisdicción universal: Pinochet, Scilingo, Guatemala, etc., y cuando los jueces viajamos a Latinoamérica tenemos que recibir el mismo reproche: “Ustedes tanto presumir de jurisdicción universal y su país ha vulnerado completamente lo que predican”. Otros van más allá: “¿Es que se creen ustedes que son los colonialistas de estos países?”.
D.: Hemos asistido a un recorte de la jurisdicción internacional en el Estado español, ¿ le preocupa?
J.A.M.P.: Sí. Ha habido un recorte. Una vuelta a la extraterritorialidad de la ley penal, eso es del siglo XIX. La Jurisdicción Internacional había dicho con sencillez, al darnos la razón en el caso de Guatemala, que “o es universal o no es universal”. Eso vale para todos los casos y lugares. Las Cortes son soberanas y ellos sabrán. Pienso que detrás se esconden intereses económicos, no sólo en Palestina, también en China con las multinacionales que hay implantadas allí.
D.: ¿Por qué cuando Garzón intenta investigar el Franquismo es acusado de prevaricación?
J.A.M.P.: Es una patología alarmante. El caso de Garzón está en mi sala, y se están aplicando conceptos ya superados como la prescripción o la amnistía española, al margen del Pacto Internacional de Derechos Civiles, que España ha incumplido de forma clamorosa. Los jueces españoles, nos guste más o menos, tenemos que aplicar los tratados internacionales por imperativo legal.
D.: Hay denuncias sobre el robo de niños en el Franquismo a madres con y sin filiación política. De estos últimos se ha hablado menos pero, ¿deben ser juzgados los culpables?
J.A.M.P.:Sí, claro. Es un tema delicado, tiene muchas aristas. Es un crimen que se persiguió en Argentina y que se debe restituir. Había que ‘redimir a esos niños’, llevarles al ‘redil’. Las teorías de Vallejo Nájera están ahí escritas mal que les pese a algunos. Arrebatar los niños en su momento histórico fue un crimen contra la humanidad.
D.: ¿Cómo es posible que tras 70 años miles de personas sigan en las cunetas y gran parte de la judicatura se niegue a recuperar los cuerpos?
J.A.M.P.: Alemania declaró la nulidad absoluta de las leyes y los juicios nazis. Aquí familiares de víctimas han pedido la nulidad por la vía de la revisión de los consejos de guerra franquistas. La respuesta de la Sala Quinta de lo Militar del Tribunal Supremo ha sido desestimar la revisión con un argumento que viene a decir que no se observa ninguna ilegalidad, porque se aplicó la ley vigente. La legalidad franquista. Si a un juez alemán se le ocurre hoy no anular un juicio porque la legalidad vigente era la nazi, lo echan de la carrera y tiene problemas penales.
D.: ¿Es usted un magistrado raro?
J.A.M.P.: Sí. Cada vez más, tengo la sensación de serlo. Bueno, hay mucha gente en la misma línea.
--------------------------------------------------------------------------------
"El derecho penal debe luchar contra el cambio climático”
D.: Siempre se ha mostrado preocupado por el medio ambiente, ¿Por qué?
J.A.M.P.: Los delitos contra el medio ambiente se han convertido en una forma de delincuencia. Unos producen un daño directo e inmediato, otros a largo plazo. La preocupación por reprimirlos de forma penal surge a partir de la catástrofe de Bhopal (India), que causó 30.000 muertos. Después, Chernóbil, un crimen como el de la bomba atómica. También hay conductas menos espectaculares que día a día dañan el medio ambiente. Por eso, es necesario utilizar el derecho penal para luchar contra el cambio climático: emisión de gases contaminantes a la atmósfera, a los acuíferos; el urbanismo desenfrenado.
D.: ¿Quienes son los verdaderos piratas de la pesca?
J.A.M.P.: Desde el punto de vista medioambiental se están esquilmando los caladeros, pero este debate no justifica asaltar un barco. La pesca no se ha tratado suficientemente ni en la UE ni en la ONU. Además, hay otros factores, como la sobreexplotación, el depósito de sustancias radioactivas en las costas de Somalia, etc.
D.: ¿Se podría aprovechar la crisis para repensar el modelo de sociedad?
J.A.M.P.: En el urbanístico es incuestionable. Muchos pueblos se han convertido en algo parecido a un monumento funerario. Las casas están vacías y llenas de rejas.
La ocupación de primeras líneas de playa con edificios de ocho y nueve plantas ha sido un disparate. Se debe pagar penal y económicamente. La crisis demuestra que este ritmo insaciable ya no se puede seguir. Sería el momento de hacer una deconstruccion sostenible. Pero en este país no pasa nada, no se derriba ningún edifico, salvo que sean casas de pescadores.
JOSÉ ANTONIO MARTÍN PALLÍN: Por razones de incumplimiento yo no tocaría ningún artículo. Por razones de actualización, sí. Se hizo una Constitución saliendo de 40 años de dictadura. Muy pocos países han sufrido este fenómeno. Ni Alemania ni Italia tardaron tanto tiempo en vencer a Hitler y Mussolini, con ayuda extranjera, claro está. Tardamos 40 años en derrotar al Franquismo y aún sigue intacto. Me preocupa que el Franquismo esté tan arraigado en muchas capas de la sociedad. En la Constitución hay que cambiar aquellas cosas que no se pudieron cambiar entonces, por ejemplo la forma de Gobierno. La monarquía ha ejercido su papel. No propugno su derrocamiento, sino suscitar un debate. También hay que reestructurar el caos que se produjo con las autonomías, el famoso café para todos. Estamos ante un Estado federal pero no constitucionalmente federal.
D.: ¿Qué supuso la Ley de Amnistía?
J.A.M.P.: Se utilizó como una operación quirúrgica para romper con el pasado, pero muchas veces las operaciones supuran. En abril de 1977 se firman los tratados internacionales sobre derechos civiles. La Ley de Amnistía, de octubre de 1977, emplea una terminología insólita en el marco del derecho internacional. Habla de ‘delitos de intencionalidad política’. Ese concepto no existe. Mientras, el artículo 10 de la Constitución se refiere a los tratados internacionales firmados por España y ninguno habla de delitos de intencionalidad política. Son crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra. La amnistía fue una vergonzante transacción, que no una transición, con las fuerzas de la dictadura que querían un cheque en blanco. Eso no ha pasado en ningún país. Nos hemos convertido en los adalides de la jurisdicción universal: Pinochet, Scilingo, Guatemala, etc., y cuando los jueces viajamos a Latinoamérica tenemos que recibir el mismo reproche: “Ustedes tanto presumir de jurisdicción universal y su país ha vulnerado completamente lo que predican”. Otros van más allá: “¿Es que se creen ustedes que son los colonialistas de estos países?”.
D.: Hemos asistido a un recorte de la jurisdicción internacional en el Estado español, ¿ le preocupa?
J.A.M.P.: Sí. Ha habido un recorte. Una vuelta a la extraterritorialidad de la ley penal, eso es del siglo XIX. La Jurisdicción Internacional había dicho con sencillez, al darnos la razón en el caso de Guatemala, que “o es universal o no es universal”. Eso vale para todos los casos y lugares. Las Cortes son soberanas y ellos sabrán. Pienso que detrás se esconden intereses económicos, no sólo en Palestina, también en China con las multinacionales que hay implantadas allí.
D.: ¿Por qué cuando Garzón intenta investigar el Franquismo es acusado de prevaricación?
J.A.M.P.: Es una patología alarmante. El caso de Garzón está en mi sala, y se están aplicando conceptos ya superados como la prescripción o la amnistía española, al margen del Pacto Internacional de Derechos Civiles, que España ha incumplido de forma clamorosa. Los jueces españoles, nos guste más o menos, tenemos que aplicar los tratados internacionales por imperativo legal.
D.: Hay denuncias sobre el robo de niños en el Franquismo a madres con y sin filiación política. De estos últimos se ha hablado menos pero, ¿deben ser juzgados los culpables?
J.A.M.P.:Sí, claro. Es un tema delicado, tiene muchas aristas. Es un crimen que se persiguió en Argentina y que se debe restituir. Había que ‘redimir a esos niños’, llevarles al ‘redil’. Las teorías de Vallejo Nájera están ahí escritas mal que les pese a algunos. Arrebatar los niños en su momento histórico fue un crimen contra la humanidad.
D.: ¿Cómo es posible que tras 70 años miles de personas sigan en las cunetas y gran parte de la judicatura se niegue a recuperar los cuerpos?
J.A.M.P.: Alemania declaró la nulidad absoluta de las leyes y los juicios nazis. Aquí familiares de víctimas han pedido la nulidad por la vía de la revisión de los consejos de guerra franquistas. La respuesta de la Sala Quinta de lo Militar del Tribunal Supremo ha sido desestimar la revisión con un argumento que viene a decir que no se observa ninguna ilegalidad, porque se aplicó la ley vigente. La legalidad franquista. Si a un juez alemán se le ocurre hoy no anular un juicio porque la legalidad vigente era la nazi, lo echan de la carrera y tiene problemas penales.
D.: ¿Es usted un magistrado raro?
J.A.M.P.: Sí. Cada vez más, tengo la sensación de serlo. Bueno, hay mucha gente en la misma línea.
--------------------------------------------------------------------------------
"El derecho penal debe luchar contra el cambio climático”
D.: Siempre se ha mostrado preocupado por el medio ambiente, ¿Por qué?
J.A.M.P.: Los delitos contra el medio ambiente se han convertido en una forma de delincuencia. Unos producen un daño directo e inmediato, otros a largo plazo. La preocupación por reprimirlos de forma penal surge a partir de la catástrofe de Bhopal (India), que causó 30.000 muertos. Después, Chernóbil, un crimen como el de la bomba atómica. También hay conductas menos espectaculares que día a día dañan el medio ambiente. Por eso, es necesario utilizar el derecho penal para luchar contra el cambio climático: emisión de gases contaminantes a la atmósfera, a los acuíferos; el urbanismo desenfrenado.
D.: ¿Quienes son los verdaderos piratas de la pesca?
J.A.M.P.: Desde el punto de vista medioambiental se están esquilmando los caladeros, pero este debate no justifica asaltar un barco. La pesca no se ha tratado suficientemente ni en la UE ni en la ONU. Además, hay otros factores, como la sobreexplotación, el depósito de sustancias radioactivas en las costas de Somalia, etc.
D.: ¿Se podría aprovechar la crisis para repensar el modelo de sociedad?
J.A.M.P.: En el urbanístico es incuestionable. Muchos pueblos se han convertido en algo parecido a un monumento funerario. Las casas están vacías y llenas de rejas.
La ocupación de primeras líneas de playa con edificios de ocho y nueve plantas ha sido un disparate. Se debe pagar penal y económicamente. La crisis demuestra que este ritmo insaciable ya no se puede seguir. Sería el momento de hacer una deconstruccion sostenible. Pero en este país no pasa nada, no se derriba ningún edifico, salvo que sean casas de pescadores.
![]() |
LasLa víctimas del franquismo, satisfechas con la decisión de la Justicia argentina
Las víctimas del franquismo, satisfechas con la decisión de la Justicia argentina
Envía esta noticiaImprimirMadrid, 4 sep (EFE).- Las asociaciones de recuperación de la memoria histórica y de familiares de víctimas expresaron hoy su gran satisfacción por la decisión de la Justicia argentina de reabrir la investigación sobre los crímenes del franquismo. Seguir leyendo el arículo
Las víctimas del franquismo, satisfechas con la decisión de la Justicia argentina
Ampliar fotografía .Noticias relacionadas
Junta cree que el acercamiento de Zapatero y López puede suponer la salida de más documentos del Centro de la Memoria
Ayuntamiento Monzón otorga el Galardón Costa al grupo de expertos que asesoró a Garzón en investigar crímenes franquismo
Loja estudia denunciar al Foro por la Memoria por pretender exhumar una fosa sin permiso municipal
Loja (Granada) estudia denunciar al Foro por la Memoria por pretender exhumar una fosa sin permiso municipal
Más noticias sobre Ley de Memoria Histórica
Foro: Ley de Memoria Histórica
Un tribunal de apelaciones de Buenos Aires reabrió ayer la causa por crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura de Francisco Franco en España (1939-1975), como reclamaban organismos humanitarios y familiares de víctimas del franquismo.
Además de anular el dictamen de una jueza federal de Buenos Aires que había archivado esas actuaciones, el tribunal dispuso pedir al Gobierno de España que informe si está investigando esos crímenes en el período comprendido entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977.
En España "no se está investigando", dijo a Efe Santiago Macías, vicepresidente de la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), quien criticó la actuación de los jueces españoles en estos casos, a quienes acusó de "prevaricar".
"Es muy grave que los jueces no están cumpliendo la ley a sabiendas", señaló Macías, quien aseguró que, salvo contadas excepciones, cuando desde las asociaciones ponen en conocimiento de la Justicia el hallazgo de fosas "dictan el sobreseimiento sin ver los restos".
El 18 de noviembre de 2008 el juez español Baltasar Garzón se inhibió de la investigación sobre la causa de las desapariciones durante el franquismo y la remitió a los juzgados territoriales.
De hecho, en mayo pasado, Garzón, artífice de la detención del ex dictador Augusto Pinochet, dejó su puesto en la Audiencia Nacional de España, tras ser suspendido cautelarmente en relación con el juicio oral que afronta por investigar los crímenes del franquismo.
Actualmente, Garzón trabaja en La Haya (Holanda) como asesor de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI).
El vicepresidente de la ARMH pidió a los políticos españoles que sean igual de respetuosos con la decisión judicial argentina como lo fueron con las que han llevado a Garzón al banquillo de los acusados por investigar estos casos.
En cuanto a la respuesta que debe dar el Gobierno español, apuntó que sería una falsedad considerar que la Ley de Memoria Histórica es una forma válida de investigación para "poder justificar así que se está haciendo algo".Por su parte, la Plataforma contra la impunidad del franquismo calificó de "lamentable paradoja" que España, a la que se considera ejemplo de investigaciones sobre genocidio en otros países, tenga que recurrir a la Justicia extranjera para este asunto.
Desde esta plataforma se confía en que la respuesta del Gobierno español a la petición de la Justicia argentina para que informe sobre si se está investigando en España al respecto sea "honesta".
"Esperamos que, al margen de los asuntos políticos, se haga una lectura honesta de la realidad y de cómo están actuando los jueces en estos casos", ya que han acudido en muy escasas ocasiones a la apertura de decenas de fosas que se han practicado, aseguró una portavoz.
Además, según indicó el presidente de la Asociación de Memoria Social y Democrática (Amesde), Jaime Ruiz, no hay ninguna incompatibilidad entre lo que pudieran llevar a cabo los Juzgados territoriales y lo que investigue la Justicia argentina.
Para Jaime Ruiz, la decisión del tribunal de apelaciones de Buenos Aires es "acertada" y favorece a la Justicia universal.
Envía esta noticiaImprimirMadrid, 4 sep (EFE).- Las asociaciones de recuperación de la memoria histórica y de familiares de víctimas expresaron hoy su gran satisfacción por la decisión de la Justicia argentina de reabrir la investigación sobre los crímenes del franquismo. Seguir leyendo el arículo
Las víctimas del franquismo, satisfechas con la decisión de la Justicia argentina
Ampliar fotografía .Noticias relacionadas
Junta cree que el acercamiento de Zapatero y López puede suponer la salida de más documentos del Centro de la Memoria
Ayuntamiento Monzón otorga el Galardón Costa al grupo de expertos que asesoró a Garzón en investigar crímenes franquismo
Loja estudia denunciar al Foro por la Memoria por pretender exhumar una fosa sin permiso municipal
Loja (Granada) estudia denunciar al Foro por la Memoria por pretender exhumar una fosa sin permiso municipal
Más noticias sobre Ley de Memoria Histórica
Foro: Ley de Memoria Histórica
Un tribunal de apelaciones de Buenos Aires reabrió ayer la causa por crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura de Francisco Franco en España (1939-1975), como reclamaban organismos humanitarios y familiares de víctimas del franquismo.
Además de anular el dictamen de una jueza federal de Buenos Aires que había archivado esas actuaciones, el tribunal dispuso pedir al Gobierno de España que informe si está investigando esos crímenes en el período comprendido entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977.
En España "no se está investigando", dijo a Efe Santiago Macías, vicepresidente de la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), quien criticó la actuación de los jueces españoles en estos casos, a quienes acusó de "prevaricar".
"Es muy grave que los jueces no están cumpliendo la ley a sabiendas", señaló Macías, quien aseguró que, salvo contadas excepciones, cuando desde las asociaciones ponen en conocimiento de la Justicia el hallazgo de fosas "dictan el sobreseimiento sin ver los restos".
El 18 de noviembre de 2008 el juez español Baltasar Garzón se inhibió de la investigación sobre la causa de las desapariciones durante el franquismo y la remitió a los juzgados territoriales.
De hecho, en mayo pasado, Garzón, artífice de la detención del ex dictador Augusto Pinochet, dejó su puesto en la Audiencia Nacional de España, tras ser suspendido cautelarmente en relación con el juicio oral que afronta por investigar los crímenes del franquismo.
Actualmente, Garzón trabaja en La Haya (Holanda) como asesor de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI).
El vicepresidente de la ARMH pidió a los políticos españoles que sean igual de respetuosos con la decisión judicial argentina como lo fueron con las que han llevado a Garzón al banquillo de los acusados por investigar estos casos.
En cuanto a la respuesta que debe dar el Gobierno español, apuntó que sería una falsedad considerar que la Ley de Memoria Histórica es una forma válida de investigación para "poder justificar así que se está haciendo algo".Por su parte, la Plataforma contra la impunidad del franquismo calificó de "lamentable paradoja" que España, a la que se considera ejemplo de investigaciones sobre genocidio en otros países, tenga que recurrir a la Justicia extranjera para este asunto.
Desde esta plataforma se confía en que la respuesta del Gobierno español a la petición de la Justicia argentina para que informe sobre si se está investigando en España al respecto sea "honesta".
"Esperamos que, al margen de los asuntos políticos, se haga una lectura honesta de la realidad y de cómo están actuando los jueces en estos casos", ya que han acudido en muy escasas ocasiones a la apertura de decenas de fosas que se han practicado, aseguró una portavoz.
Además, según indicó el presidente de la Asociación de Memoria Social y Democrática (Amesde), Jaime Ruiz, no hay ninguna incompatibilidad entre lo que pudieran llevar a cabo los Juzgados territoriales y lo que investigue la Justicia argentina.
![]() |
Añadir leyenda |
Friday, September 03, 2010
(SIN ACENTO EN LA SEGUNDA “E”)
HOMENAJE
A PEPE
A MI AMIGO JOSÉ BRIZUELA CAMARERO
HIJO DE PETRA CAMARERO “LA REGALADA” Y JOSÉ BRIZUELA
MENESES, VECINOS DE CASTRILLO DE LA VEGA.
Treinta años nos llevábamos pero a la hora de la verdad teníamos a un padre -él- y a un
abuelo -yo- por los que hemos estado luchando codo con codo durante dos años, sin
importarnos los kilómetros que nos distanciaban, sin escatimar a la hora de mandar
hacer cientos de fotocopias -autofinanciadas por los dos- para reparto gratuito,
charlando sobre libros que leíamos, escuchando y participando en charlas, acercándonos
a los “lugares de memoria” e indagando, apoyando en las exhumaciones, recuperando la
memoria investigando en centros de estudios, etc.
José y un servidor hemos aprendido mucho estando juntos (más yo de él y con él, por
supuesto), hemos sufrido y penado por todos los que murieron de mala manera, a manos
de asesinos que aún siguen impunes, no otros que aquellos fascistas (ya fuesen guardias
civiles, militares, falangistas, requetés o cualquier tipo de alimaña reaccionaria y
santurrona, chaqueteros, chivatos, “asustáos y meapilas”, etc.).
En nuestros casos, mi abuelo, republicano; su padre, libertario; a los dos, junto con
otros 700-800 de la Ribera del Duero, se los llevaron por delante, sin más. Y esa
impunidad ya citada, y que rechazamos, les ha permitido a todos ellos (asesinos directos
o cómplices) seguir viviendo y morir en cama, al igual que el mismísimo Dictador (otro
al que no le temblaba el pulso para firmar sentencias (de muerte) y después ir a misa,
confesar y comulgar (¡malditos impresentables todos, fieles representantes todos ellos
de la España fascista y reaccionaria que fue y que aún siguen alardeando de todo ello,
con mucho descaro, sin pedir perdón -salvo honrosas y excepciones- y creyendo todavía
que la guerra, la posguerra, la represión, el genocidio,…la GRAN BARBARIE que
implantaron fue “justo y necesario” y que “les estuvo bien”).
Quiero mostrar mi decisión aquí, por escrito, de seguir manos a la obra y dedicar a José
ese libro que está en elaboración y que espero (con todas mis ganas) que salga a la luz
el próximo año, pues él fue acicate y testimonio principal. Por ti, José; salud y libertad.
Jerónimo Jesús de la Torre Tapias
(I)
SIN PAN Y SIN LUMBRE
“NINGÚN NIÑO SIN PAN,…..
NINGÚN NIÑO SIN LUMBRE”
Propaganda fascista que se mostraba en las carreteras,
a la entrada de los pueblos; entre otros, Castrillo de la Vega.
(La verdad era muy distinta)
Así cuentan las personas de Nava de Roa que rezaba en los carteles junto a las
carreteras cuando iban en carro hacia Aranda de Duero, recién acabada la guerra.
Tomás para entonces era muy jovencillo pero, aún con todo, ya sabía -al igual que sus
amigos del pueblo- lo que suponía pasar hambre, tener que ir a comer fideos de la
caldera o perola que preparaban los italianos o enterarse de los asesinatos que estaban
ocurriendo y los que ya se habían cometido.
“Sin pan y sin lumbre”, exactamente era lo que muchísimas familias padecían a diario,
y todo “gracias a Dios…y al Caudillo”. En Castrillo de la Vega fue donde vio por
primera vez aquel mozalbete los cárteles y ya se dio cuenta de la farsa inmensa que era
todo aquello, pues asesinatos, cárceles, campos de trabajo, exilio, hambre, pelo al cero,
ricino, requisas en las sociedades obreras, robos en las casas, corrales, bodegas,
graneros,…, era algo común, pero imposible de denunciar. (¿A quién?, ¿a los mismos
ladrones?). “¡Qué mal pintaba todo esto!”, se decía Tomás.
Por unos y otros, con mucho cuidado, la gente más afectada y sensible con los hechos
lamentables se iba enterando de tanto “paseado”, “huido”, “topo”, desaparecido (¡ja,
“desaparecido”!), preso, parado, señalado con el dedo por “rojo”, sindicalista o concejal
republicano,…, vamos, “significados” que decían, y todo por no pensar como ellos, por
no apoyar a las derechas (al fascismo, digámoslo ya); aunque también sabían que se
debían andar con mucho tiento y ojo al hablar, pues los cómplices, soplones,
colaboradores, vendidos (por 4 perras), chaqueteros y “mata-hambres” a costa de
cualquier cosa, podían escuchar en cualquier esquina…e “ir con el cuento”.
Y es que los niños, tanto en la guerra como en posguerra, al igual que las mujeres y los
ancianos, sufrieron mucho, pues vieron cómo sacaban engañados a los maridos, padres
o hijos para ser encarcelados, asesinados, etc., y además ser obligados a trabajar para
otros, dejando a edad temprana de ir a la escuela muchos de ellos, etc.
En Castrillo de la Vega vivían por entonces muchos niños que sufrieron lo indecible
también. Décadas después yo sí pude conocer a varios de aquellos, y me contaron su
historia; entre ellos, José Brizuela Camarero, al que hoy rindo y rendimos el homenaje,
tras 8 décadas de lucha continuada en las que José batalló para que se reconociera
aquella injusticia y barbarie.
NOTA:
Todos los represaliados merecen su consideración, reparación, recuperación de nombre,
entierro digno y, antes que después, contar sus historias. La de hoy podría servir para
cualquier municipio de España, bien como una historia más, bien como introducción de
otras muchas, de antes o durante la II República, de la época de la guerra o de después.
La dictadura de Franco duró hasta 1975 y en todos sus períodos hubo asesinatos a
sangre fría, firmados por el dictador y bendecidos por la Iglesia, amparados por el sable
militar y adornados por desfiles, trajes, cantos y demagogia ideológica de los defensores
de la Patria con puños y pistolas (pues en las urnas de la II República nunca obtuvieron
apenas votos, véase Falange), o por los carlistas-requetés o las derechas en general, tan
reaccionarias como aquel Gil Robles o Calvo Sotelo.
La pequeña historia que viene a continuación, está narrada por alguien nacido en 1959,
que vivió su infancia en un pequeño pueblo castellano en los años 60 y que el primer
lustro de los 70 lo pasó estudiando bajo “el auspicio” de tutores, monitores y Director
en un Colegio Menor “de cuyo nombre (casi) no quiero acordarme” (¡“Generalísimo
Franco”!) al ser becas conseguidas bajo examen (de Nava de Roa, en el año 70, se la
concedieron también a Manolita, hija de Tomás) y cuyo centro de estudios o destino
desconocíamos (tan sólo lo sabían “Ellos”).
Eran tiempos de aleccionamiento, cantos “Cara al sol”, de misa obligatoria, Formación
del Espíritu Nacional, miedo y silencio. Y a veces, sin comerlo ni beberlo,
comprobábamos que algún compañero llegaba a la residencia sangrando, más que nada
por aquel traje-uniforme azulón que nos hacían llevar, con el escudo del yugo y las
flechas en el bolsillo de la chaqueta (una de las veces, el que recibió la paliza fue el
hermano del actual alcalde de Aranda de Duero, los dos compañeros míos en aquella
“residencia”); y entonces odiábamos (o nos hacían odiar), por bárbaros, a los chicos de
la barriada obrera cercana; o se comentaba que en Burgos iban a envenenar el agua de
toda la ciudad los de ETA, porque se querían vengar, ya que por entonces -según la
prensa- estaban siendo juzgados (no era otro que el tan nombrado “Proceso de
Burgos”).
La historia que viene a continuación no transcurrirá en la “capital de la Cruzada”; me
apoyaré en mis investigaciones pero sin salir de un espacio reconocible (El Bar “De la
Torre”, de Jerónimo), mostrando tan sólo unos flecos de una historia mucho más amplia
y compleja.
(II)
EL POZO
Nunca llegaron a pensar que el pozo de la vieja casa,
que aportó siempre agua fresca a Cipriano y familia,
lo tendrían bajo sus pies: Oculto como sus fechorías.
Detrás de aquél banco corrido de madera de bar de pueblo mis padres se encontraron,
entre el asiento y la pared, una agenda pequeña con anotaciones de muy mala caligrafía
en la que se guardaban unos cuantos papelillos con apuntaciones. Era lunes y Teodora,
mi madre, estaba barriendo el salón cuando ocurrió el hallazgo, a la espera, como todas
las mañanas, de que llegasen los primeros clientes a tomar su aguardiente y su zapatilla.
En aquella mesa de la ventana que daba a la calle, todas las fiestas de guardar, por lo
que pude comprobar en mi adolescencia, siempre se sentaron “los mismos”. Con el
tiempo pude saber qué bebían, a qué jugaban, quién formaba pareja con quién, por qué
siempre los mismos,…incluso de cuándo o desde cuándo les venía la amistad “sellada”,
es decir, aquel pacto “de sangre” que llevaba décadas en activo, desde aquella cruenta
guerra del 36 que todos ellos apoyaron, por activa o por pasiva, y no digamos sus
padres, que ejercían ya por entonces de jueces de paz, concejales o, por ser gente con
aldaba, representaban parte sustanciosa de las fuerzas vivas de la localidad,
compartiendo caciqueo con aquellos otros que en los primeros meses del 36 se habían
sumado o afiliado a Falange (como camisas viejas, como requetés, como monárquicos,
de derechas o militares -en activo o ya jubilados-).
De todo había en el pueblo por aquellas fechas, ya empezada la guerra, pero poco de
ello se sabe pues poco o nada han contado; nada los “hunos” (vamos, quiero decir los
bárbaros “alzados”) y poco o nada los otros (los perdedores), por no atreverse, por
haberse ido del pueblo o por tratar de proteger a la familia. El caso es que las décadas
de ignominia fascista del régimen franquista supusieron un velo, una tapadera, un pozo
negro donde echar los trapos sucios, más que nada ensangrentados, que los “buenos y
fieles católicos” del pueblo habían manchado, defendiendo su “fe”, su patria, su
bandera…y su cartera (y quedándose con la de muchos, diría yo). Eran fechorías muy
graves. Pero a fecha de hoy, 25 de agosto de 2010, aquellas siguen impunes.
Esperemos que moralmente al menos no se tarde en esclarecer y poner a cada uno en su
sitio.
El caso es que tanto Teodora como Jerónimo -mi padre- guardaron aquella carpetilla sin
darlo mayor trascendencia ni intentar descifrar aquellos ringurrangos mal escritos.
Algunos nombres sí aparecían: Crescencio, Francisco, Braulio, Darío, Eusebio, etc.
Así fue como en un rincón de la despensa permanecieron los “dichosos” papeles hasta
que al hacer una limpia, por mi parte, mucho tiempo después (más que nada por
problemas de ratones que se pasaban del corral contiguo) me los encontré ya un tanto
raídos, pero para mí -aún así- muy “sabrosos”, pues conectaban con algo que había
leído de la posguerra y que ahora me venía a la mente y que suponía me iba a permitir
enlazar puntos inconexos que bien merecían ser contrastados. Pude descifrar la palabra
“portugués…tiro de gracia”, “sindicato-sociedad (1950)”, etc., y todo ello me venía
como anillo al dedo, todo encajaba con las pesquisas que venía realizando
personalmente desde hacía una década: Sobre aquello que quisieron ocultar siempre
sobre la II República, Guerra Civil y posguerra, donde los tapujos eran claves para
tratar de entender lo que el franquismo supuso para este país destrozado durante
décadas por gente sin escrúpulos, donde a la contrarrevolución la llamaron “revolución”
(nacional-sindicalista), donde los colores de Falange fueron usurpados al anarquismo (y
así, también, tratar de atraerse a los cerca de dos millones de afiliados), donde los
mismos fascistas (véase el “cuñadísimo”) han reconocido que se aplicó una “justicia al
revés”, donde el cooperativismo fue barrido a cambio de unos engendros de empresas
corporativas de “productores” (ya no trabajadores), donde la mujer era no otra cosa que
la fiel servidora de su marido (sin ser bien visto trabajar fuera de casa, sin derecho al
divorcio, sin poder usar del fondo económico sin autorización de él o sin poder salir de
una ciudad a otra si no existía su consentimiento), y así podríamos seguir con la
explotación de presos por empresas privadas, etc., etc., etc.
Ahora, 75 años después de aquél 25 de agosto del 36 (en que en la localidad
“pasearon” a 19 personas de un golpe, uno se pregunta y se plantea muchos temas y
cuestiones, pero sobre todo cómo es que la generación de nuestros padres tuvieron tanta
santa paciencia (y más teniendo bar), aguantando responsables, implicados, asesinos
directos, cómplices, …, viéndoles jugar, beber, fumar, carraspear, escupir, carcajear, …
siempre con su Ponche, su 103, su Terry,…siempre guardándose de hablar de temas
escabrosos en voz alta y conservando la careta correspondiente, pues si uno había
tenido tienda de pescado y ahora tienda de ultramarinos, otro ejercía cargo público, otro
despachaba artículos de tabacalera y ultramarinos o era aficionado a la caza, etc., el
caso era guardar las apariencias y hacer como que en el pueblo no había pasado nada ni
pasaba, pues las mentiras y engaños (a la “ley” de entonces, incluso, también) seguían
presentes, pues “nadie” iba a llevar la contraria al que tenía carnet y era Jefe de Falange,
era Presidente de “Cooperativa”, Juez de Paz, Alcalde o concejal; y menos denunciarle,
y más siendo la misma persona la que ocupaba todos esos cargos (como ha llegado a
ocurrir). El tiempo demostrará si esos fraudes, amparados en la demagogia y palabrería
del momento, son ciertos o no lo son. Y no es el caso local que aquí vengo exponiendo
de modo suave y no nominativo, pues se podrá investigar o probar (si ya está
investigado) a otras escalas de mayor población, extensión o importancia.
Mi padre, Jerónimo, nunca me habló directamente de aquellos “señores”, tal vez por
haberse habituado a verlos,… como a tantos otros. Por mi parte, a pesar de conocer a
sus hijos y nietos y ser algunos de ellos mis amigos, reconozco que si no llega a ser por
mi interés en estudiar aquellos periodos de la historia (1900-1960) y por este casual
encuentro con “la libretilla” no hubiese dado con la respuesta de algunas de mis dudas y
quebraderos. Lamentablemente estos “señores” (y otros vecinos de la misma cuerda) ya
no podrán informarnos debidamente de todo lo ocurrido y en especial de lo que ellos
bien se guardaron de ocultar, sellando un pacto común (entre alzados de la cruzada),
bien por temor a que sus mismos padres estaban “en la pomada”, bien por temor a que
algo cambiara en el país y se pudieran pedir o exigir “explicaciones”. Tuvieron
“suerte”: el batracio del pardo ató y bien ató todo durante todas aquellas décadas en que
mandó como dictador y colocó muy bien a los suyos para los tiempos futuros de
transición (pacto entre partidos) y democracia (en la que muchos de los que gobernaron
no quisieron mirar hacia atrás y sí al “futuro”).
Actualmente cientos de miles de familias siguen desatendidas tanto por ciertos
ayuntamientos, jueces, incluso por los gobiernos, unos con actitud de rechazo y otros
con una ambigüedad increíble. Muchos de nuestros abuelos siguen en las cunetas; la
impunidad sigue presente sin ser una respuesta nada ejemplar. Públicamente todos los
cargos democráticos elegidos deberían rechazar y denunciar aquel golpe de estado,
guerra y genocidio. Pero que nadie se engañe ni se adelante a los acontecimientos, pues
muchos somos los que seguimos investigando aquellas tropelías.
Triste es el pasado de estos pueblos de Castilla, a los que la geografía les colocó en
“zona nacional” de entrada y muchos, por no decir millones, siempre pensaron (hasta
hace bien poco) que aquí todos éramos “fachas” o nos faltaba muy poco (craso error).
Igual de miserable es la actitud de los que aún hoy en día siguen creyendo (sean de la
zona geográfica que sean) -y pensando, que es peor- que la guerra fue necesaria, que fue
una cruzada y que “Dios” estaba de su parte, que la razón les amparaba incluso para
matar; que no sigan con semejantes cantinelas, catequesis y justificaciones para intentar
acallarnos o tratar de “equiparar” lo ocurrido en una zona o en otra. No y no; todo va a
seguir su curso y todo se tratará de aclarar, digan lo que digan los “Moa, Martín Rubio,
De la Cierva, Vidal,…”, pues sus errores son evidentes y flagrantes; cientos de estudios
lo confirman. Sus mentiras, manipulaciones y tergiversaciones no han aportado otra
cosa que frenar el proceso de esclarecimiento y verdad, a pesar de que ellos y otros
como ellos, durante décadas, fueron los únicos que pudieron acceder a los archivos
entonces llamados “franquistas”, pues la documentación, aunque robada, era de todos.
Decir para terminar que muchos de nuestros pueblos van a conocer sus historias en
breve, aunque los testimonios vayan siendo cada día menos, aun con todas las
dificultades -a mayores- que puedan ir apareciendo, pues mucha gente hemos recogido
“el testigo” de nuestros mayores con responsabilidad y con orgullo, por aquello de
evitar que “alguno” quiera convencernos de que el franquismo fue una panacea, cuando
sabemos fehacientemente que fue un régimen de terror de principio a fin.
“HASTA LOS HUESOS”
-HISTORIA DE TANTO CALADO
QUE “NOS CALA” DE TANTA TRISTEZA-
Solidario con todos los que sufrieron aquella miseria genocida tan lamentable de
muerte, hambre y tristeza, querría narrar aquí un par de historias, en Homenaje a José y
hermanando a Castrillo de la Vega y Nava de Roa, pues de los dos pueblos, con unos
1700-1800 habitantes en total en 1936, “sacaron de sus casas” a 38 personas, aunque
una de ellas se salvó (pues se saltó del camión; era de Nava de Roa). Casi 22 personas
por cada mil.
Pero a esa cifra debemos añadir otros como aquél que desde Nava bajó a Peñafiel Francisco-
y ya no volvió (lo mataron); al portugués, que desde Castrillo de Duero
venía y al que algunos fascistas de Nava -ya identificados- le salieron al paso y en breve
se le “cargaron” (con tiro de “gracia” incluido…y alardeando el autor jovenzuelo de
semejante “hazaña”), aun sin saber a fecha de hoy por la gente común quién era o cómo
se llamaba tal persona (otra cosa es que los autores le registraran y luego le destruyeran
sus papeles); al natural de Nava de Roa asesinado (fusilado) en Madrid, en 1939, una
vez terminada la guerra; al otro navarrusco -Liborio- asesinado en guerra en las tapias
de San Isidro de Valladolid; (…) y así podríamos seguir, hablando de todo lo ocurrido,
pues no todo -ni mucho menos- “está escrito”. Ya llevamos 41 personas que por no
apoyar a los sublevados, el fascismo o “el Movimiento”, fueron eliminadas: ¡24
personas de cada mil!
Y si estas cifras asustan no debemos pensar que todo queda ahí; sabemos que no: los
que fueron a la cárcel, campos de trabajo, calabozos, cuartelillos, ayuntamientos,
campos de concentración, exilio, (…), las torturas que sufrieron dentro de esos centros,
el hambre, las enfermedades, las secuelas en general, (…), todos los que aún no
sabemos dónde están (pues los cuerpos no los hemos encontrado ni nadie nos lo ha
dicho -aunque sabemos quiénes eran los que recorrían la comarca, de unos pueblos o de
otros-, y las familias siguen esperando después de décadas), y todas las atrocidades
económicas, laborales, culturales cometidas, y los castigos “ejemplares”, y las pelonas,
y el aceite de ricino, uy los desfiles denigrantes por las calles, tratos humillantes y
vejatorios, requisas, robos, embargos, trabajos para no cobrar por ellos, juicios
irracionales (con denuncias absurdas, o duplicación de juicio, etc.), o la implacable
pobreza y tener que emigrar, tensiones, enfrentamientos, subyugaciones,…o desconocer
-porque uno estaba a la siega o en la era- que otros vecinos venían preparando el golpe
y que guardaban las armas en casa del cura o en algún almacén de algún cacique o con
aldaba; o las violaciones; o tantos como se tuvieron que esconder (“topos”); o las
imposiciones de multas, vejaciones públicas, detenciones arbitrarias, prohibición de
costumbres (véase, luto), humillación diaria en la calle, insultos, etc.; o abandonar la
escuela por “hacerte la vida imposible, insultándote con “eres hijo de rojo”, “demonio”,
“vete a Rusia”, “hijo de comunista”; o tener que llevar comida para mantenerles a los
que se habían llevado a las cárceles; o saber de ocultamientos y enterramientos por
parte de alguien que después gozaron o recibieron ciertos puestos a nivel local y no
poder denunciarlo; o humillarte con la obligada confesión; o ver con tus propios ojos a
falangistas o albiñanistas medio borrachos cómo se preparan para matar o perpetrar sus
asesinatos a gente inocente; o dar patadas o golpes, incluso orinar a alguien si pide un
poco de agua; o sufrir la marginación por ser quien eres, como grupo estigmatizado por
ellos; o muchas parejas que se querían y eran rechazados por parte de una de las
familias (aunque también se ha dado quienes se casaron por “amor” y al final el “hijo de
rojo” se convirtió en un sometido “al dictado de”); o cuántas viudas no pudieron
volverse a casar porque no se les reconocía su estado civil al no existir acta de
defunción del marido, etc.; o cuántos jóvenes se metieron en Falange o se fueron a la
Legión “por temor a”, aun sabiendo que en las trincheras también se cometían crímenes,
después de conocer que los “nacionales” habían asesinado a sus hermanos o familiares;
o la experiencia que todo ello supuso para los niños, con sus traumas, etc.;…o seguir en
una cuneta cualquiera y que ni siquiera los que trabajamos en esto (o por esto) -personas
o asociaciones- sepamos que está/n ahí, cómo se llaman o qué ocurrió (y estemos
pensando que murieron en el frente, en Madrid o vaya usted a saber;…o morir de pena
como único remedio para que les dejaran en paz (¡qué ironía, que felonía, qué desastre
de vida para tantos!), (…)
Aquel impacto que fue la guerra, aquella violencia extrema, aquel golpe (mazazo),
aquella conspiración de militares “desleales” y secuaces, aquellas víctimas (asesinados,
familiares y represaliados en general),…aquella BARBARIE fue de tales dimensiones
que ni siquiera después de tantas mentiras y manipulaciones, durante tanto tiempo,
podemos decir los familiares que alguien nos ha ayudado debidamente, y los que han
echado una mano ha sido de manera ambigua, a medios pelos, contando medias
verdades o no atreviéndose a llegar hasta el final, que bien podría ser -como ejemplo- el
anular los juicios franquistas, por no democráticos, sin defensa legal alguna, etc., etc.
Pero no, las asociaciones y las familias, vamos viendo pasar el tiempo y comprobando
lo difícil y arduo que resulta tratar de trabajar por el esclarecimiento si muchos alcaldes,
jueces, diputados y gente pública en general (además de una parte importante de la
sociedad) no dan un paso adelante, rompen su coraza, toman conciencia y hablan en voz
alta, reconociendo que es de justicia conocer la historia, darla a conocer, sin censura, sin
cortapisas,…sin tener miedo a re-conocer lo que ocurrió, pues, por mucho que lo
intenten, la verdad saldrá adelante y ellos quedarán más en evidencia aún.
No todos los políticos han actuado de la misma manera, tampoco todos los alcaldes ni
jueces. Lo sabemos. Tampoco los hijos o nietos de los “implicados” deben temer nada
de nosotros, siempre que respeten y dejen trabajar por la JUSTICIA, la DIGNIDAD y la
VERDAD, siempre que no entorpezcan o malmetan o vuelvan a las andadas apoyando
aquellas salvajadas (como algunos todavía hacen) con la palabra o, a veces, con hechos.
El ORGULLO y el saber que nos asiste la RAZÓN va a impedir que desistamos, por
muchos momentos de debilidad y tantos que nos ponen la zancadilla, queriéndolo o no
con su actitud, actuando de manera interesada, torpe, ruin,…desenfocada, utilizando a
mucha gente que se ofrece de corazón. Para ellos también nuestro toque de atención: No
queremos protagonismos, carreras a costa de, ninguneos ni “listillos” (ni para
curriculums ni para elecciones),…el tema es de tanto “calado” que nos cala hasta los
huesos todo este dolor, y la deslealtad, y la indiferencia, y la apatía,…y el OLVIDO.
De todo esto vamos a hablar y a escribir más, y más aún de lo que se está haciendo. Y
Castrillo de la Vega, Roa, Nava de Roa, etc., etc., lo verán más pronto que tarde en sus
librerías, en sus estanterías, en sus casas, en sus manos. Ya no van a poder cerrar los
ojos como tantos lo hicieron cuando debieron “ponerse en su sitio”. No vamos a
consentir más esta vergüenza plagada de sangre, mentiras y dejar pasar el tiempo, pues
los que aún viven y fueron testigos de la guerra se lo merecen, fuesen mayores, mujeres
o niños. Los que se debatan entre el recuerdo y la culpa ya saben lo que pueden hacer:
HABLAR y PEDIR PERDÓN.
Aquel velo y tela de araña tejido por la guerra y la represión debe desaparecer. El no
saber dónde están “los nuestros” también algún día será pasado, pero para ello debemos
seguir trabajando, pese a quien pese, pues “ese no saber” se convierte en ansiedad y en
una perenne tortura.
Todos los familiares sabemos que aquella infamia, aquel desprecio, no se va a superar
con venganza o revancha al estilo fascista; nosotros pedimos y queremos saber la
verdad (acercarnos cuando menos a ella) y darla a conocer. El presente, conociendo el
pasado, será mucho más pleno, más digno, más humano. Y los que se aprovecharon de
todo ello, con robos de tierras, casas, joyas que traían del frente (incluso máquinas de
coser a cuestas), negocios, puestos de trabajo o todo tipo de actos denigrantes hasta
llegar al más deleznable -el asesinato impune-, debemos decirles que para nosotros
siempre serán unos miserables y unos asesinos (a cada uno lo suyo); y otro tanto a sus
descendientes que no reconocen lo ocurrido: Si nosotros somos hijos o nietos de
republicanos que lucharon por una sociedad más igualitaria y contra el fascismo, ellos
no dejarán de ser nunca hijos o nietos de fascistas que asesinaron vecinos, incluso a sus
mismos familiares. Nosotros -yo al menos- así me reconozco en mi abuelo. ¿Ellos
también lo hacen,…se atreven a hacerlo? Personalmente no he escuchado a ninguno,
aun conociendo a cientos. Entre otros responsables de este silencio a no querer
reconocer lo aberrante, el horror, lo vergonzante,…está ese revisionismo neo-franquista
que sigue alentando a muchos a seguir “erre que erre” con la defensa del “aguilucho”, el
comunismo como culpable de aquella guerra y el genocidio “ejemplarizante” (según
ellos), más que nada para no dejar a nadie que se pudiera “rebullir”. Y así fue (o lo
intentaron) durante 40 años de dictadura, añadiendo los años de Transición (Silencio y
Pactos) y tres décadas de Democracia que tampoco, al menos a este nivel, ha dado “la
talla” esperada.
Que la desazón no ocupe, al menos del todo, nuestros sentimientos, preocupaciones,
acciones, pensamientos,…y que podamos echar una mano siempre y en lo posible a
todas las víctimas, los desfavorecidos y gente sin voz, sean de entonces o del ahora.
A PEPE
A MI AMIGO JOSÉ BRIZUELA CAMARERO
HIJO DE PETRA CAMARERO “LA REGALADA” Y JOSÉ BRIZUELA
MENESES, VECINOS DE CASTRILLO DE LA VEGA.
Treinta años nos llevábamos pero a la hora de la verdad teníamos a un padre -él- y a un
abuelo -yo- por los que hemos estado luchando codo con codo durante dos años, sin
importarnos los kilómetros que nos distanciaban, sin escatimar a la hora de mandar
hacer cientos de fotocopias -autofinanciadas por los dos- para reparto gratuito,
charlando sobre libros que leíamos, escuchando y participando en charlas, acercándonos
a los “lugares de memoria” e indagando, apoyando en las exhumaciones, recuperando la
memoria investigando en centros de estudios, etc.
José y un servidor hemos aprendido mucho estando juntos (más yo de él y con él, por
supuesto), hemos sufrido y penado por todos los que murieron de mala manera, a manos
de asesinos que aún siguen impunes, no otros que aquellos fascistas (ya fuesen guardias
civiles, militares, falangistas, requetés o cualquier tipo de alimaña reaccionaria y
santurrona, chaqueteros, chivatos, “asustáos y meapilas”, etc.).
En nuestros casos, mi abuelo, republicano; su padre, libertario; a los dos, junto con
otros 700-800 de la Ribera del Duero, se los llevaron por delante, sin más. Y esa
impunidad ya citada, y que rechazamos, les ha permitido a todos ellos (asesinos directos
o cómplices) seguir viviendo y morir en cama, al igual que el mismísimo Dictador (otro
al que no le temblaba el pulso para firmar sentencias (de muerte) y después ir a misa,
confesar y comulgar (¡malditos impresentables todos, fieles representantes todos ellos
de la España fascista y reaccionaria que fue y que aún siguen alardeando de todo ello,
con mucho descaro, sin pedir perdón -salvo honrosas y excepciones- y creyendo todavía
que la guerra, la posguerra, la represión, el genocidio,…la GRAN BARBARIE que
implantaron fue “justo y necesario” y que “les estuvo bien”).
Quiero mostrar mi decisión aquí, por escrito, de seguir manos a la obra y dedicar a José
ese libro que está en elaboración y que espero (con todas mis ganas) que salga a la luz
el próximo año, pues él fue acicate y testimonio principal. Por ti, José; salud y libertad.
Jerónimo Jesús de la Torre Tapias
(I)
SIN PAN Y SIN LUMBRE
“NINGÚN NIÑO SIN PAN,…..
NINGÚN NIÑO SIN LUMBRE”
Propaganda fascista que se mostraba en las carreteras,
a la entrada de los pueblos; entre otros, Castrillo de la Vega.
(La verdad era muy distinta)
Así cuentan las personas de Nava de Roa que rezaba en los carteles junto a las
carreteras cuando iban en carro hacia Aranda de Duero, recién acabada la guerra.
Tomás para entonces era muy jovencillo pero, aún con todo, ya sabía -al igual que sus
amigos del pueblo- lo que suponía pasar hambre, tener que ir a comer fideos de la
caldera o perola que preparaban los italianos o enterarse de los asesinatos que estaban
ocurriendo y los que ya se habían cometido.
“Sin pan y sin lumbre”, exactamente era lo que muchísimas familias padecían a diario,
y todo “gracias a Dios…y al Caudillo”. En Castrillo de la Vega fue donde vio por
primera vez aquel mozalbete los cárteles y ya se dio cuenta de la farsa inmensa que era
todo aquello, pues asesinatos, cárceles, campos de trabajo, exilio, hambre, pelo al cero,
ricino, requisas en las sociedades obreras, robos en las casas, corrales, bodegas,
graneros,…, era algo común, pero imposible de denunciar. (¿A quién?, ¿a los mismos
ladrones?). “¡Qué mal pintaba todo esto!”, se decía Tomás.
Por unos y otros, con mucho cuidado, la gente más afectada y sensible con los hechos
lamentables se iba enterando de tanto “paseado”, “huido”, “topo”, desaparecido (¡ja,
“desaparecido”!), preso, parado, señalado con el dedo por “rojo”, sindicalista o concejal
republicano,…, vamos, “significados” que decían, y todo por no pensar como ellos, por
no apoyar a las derechas (al fascismo, digámoslo ya); aunque también sabían que se
debían andar con mucho tiento y ojo al hablar, pues los cómplices, soplones,
colaboradores, vendidos (por 4 perras), chaqueteros y “mata-hambres” a costa de
cualquier cosa, podían escuchar en cualquier esquina…e “ir con el cuento”.
Y es que los niños, tanto en la guerra como en posguerra, al igual que las mujeres y los
ancianos, sufrieron mucho, pues vieron cómo sacaban engañados a los maridos, padres
o hijos para ser encarcelados, asesinados, etc., y además ser obligados a trabajar para
otros, dejando a edad temprana de ir a la escuela muchos de ellos, etc.
En Castrillo de la Vega vivían por entonces muchos niños que sufrieron lo indecible
también. Décadas después yo sí pude conocer a varios de aquellos, y me contaron su
historia; entre ellos, José Brizuela Camarero, al que hoy rindo y rendimos el homenaje,
tras 8 décadas de lucha continuada en las que José batalló para que se reconociera
aquella injusticia y barbarie.
NOTA:
Todos los represaliados merecen su consideración, reparación, recuperación de nombre,
entierro digno y, antes que después, contar sus historias. La de hoy podría servir para
cualquier municipio de España, bien como una historia más, bien como introducción de
otras muchas, de antes o durante la II República, de la época de la guerra o de después.
La dictadura de Franco duró hasta 1975 y en todos sus períodos hubo asesinatos a
sangre fría, firmados por el dictador y bendecidos por la Iglesia, amparados por el sable
militar y adornados por desfiles, trajes, cantos y demagogia ideológica de los defensores
de la Patria con puños y pistolas (pues en las urnas de la II República nunca obtuvieron
apenas votos, véase Falange), o por los carlistas-requetés o las derechas en general, tan
reaccionarias como aquel Gil Robles o Calvo Sotelo.
La pequeña historia que viene a continuación, está narrada por alguien nacido en 1959,
que vivió su infancia en un pequeño pueblo castellano en los años 60 y que el primer
lustro de los 70 lo pasó estudiando bajo “el auspicio” de tutores, monitores y Director
en un Colegio Menor “de cuyo nombre (casi) no quiero acordarme” (¡“Generalísimo
Franco”!) al ser becas conseguidas bajo examen (de Nava de Roa, en el año 70, se la
concedieron también a Manolita, hija de Tomás) y cuyo centro de estudios o destino
desconocíamos (tan sólo lo sabían “Ellos”).
Eran tiempos de aleccionamiento, cantos “Cara al sol”, de misa obligatoria, Formación
del Espíritu Nacional, miedo y silencio. Y a veces, sin comerlo ni beberlo,
comprobábamos que algún compañero llegaba a la residencia sangrando, más que nada
por aquel traje-uniforme azulón que nos hacían llevar, con el escudo del yugo y las
flechas en el bolsillo de la chaqueta (una de las veces, el que recibió la paliza fue el
hermano del actual alcalde de Aranda de Duero, los dos compañeros míos en aquella
“residencia”); y entonces odiábamos (o nos hacían odiar), por bárbaros, a los chicos de
la barriada obrera cercana; o se comentaba que en Burgos iban a envenenar el agua de
toda la ciudad los de ETA, porque se querían vengar, ya que por entonces -según la
prensa- estaban siendo juzgados (no era otro que el tan nombrado “Proceso de
Burgos”).
La historia que viene a continuación no transcurrirá en la “capital de la Cruzada”; me
apoyaré en mis investigaciones pero sin salir de un espacio reconocible (El Bar “De la
Torre”, de Jerónimo), mostrando tan sólo unos flecos de una historia mucho más amplia
y compleja.
(II)
EL POZO
Nunca llegaron a pensar que el pozo de la vieja casa,
que aportó siempre agua fresca a Cipriano y familia,
lo tendrían bajo sus pies: Oculto como sus fechorías.
Detrás de aquél banco corrido de madera de bar de pueblo mis padres se encontraron,
entre el asiento y la pared, una agenda pequeña con anotaciones de muy mala caligrafía
en la que se guardaban unos cuantos papelillos con apuntaciones. Era lunes y Teodora,
mi madre, estaba barriendo el salón cuando ocurrió el hallazgo, a la espera, como todas
las mañanas, de que llegasen los primeros clientes a tomar su aguardiente y su zapatilla.
En aquella mesa de la ventana que daba a la calle, todas las fiestas de guardar, por lo
que pude comprobar en mi adolescencia, siempre se sentaron “los mismos”. Con el
tiempo pude saber qué bebían, a qué jugaban, quién formaba pareja con quién, por qué
siempre los mismos,…incluso de cuándo o desde cuándo les venía la amistad “sellada”,
es decir, aquel pacto “de sangre” que llevaba décadas en activo, desde aquella cruenta
guerra del 36 que todos ellos apoyaron, por activa o por pasiva, y no digamos sus
padres, que ejercían ya por entonces de jueces de paz, concejales o, por ser gente con
aldaba, representaban parte sustanciosa de las fuerzas vivas de la localidad,
compartiendo caciqueo con aquellos otros que en los primeros meses del 36 se habían
sumado o afiliado a Falange (como camisas viejas, como requetés, como monárquicos,
de derechas o militares -en activo o ya jubilados-).
De todo había en el pueblo por aquellas fechas, ya empezada la guerra, pero poco de
ello se sabe pues poco o nada han contado; nada los “hunos” (vamos, quiero decir los
bárbaros “alzados”) y poco o nada los otros (los perdedores), por no atreverse, por
haberse ido del pueblo o por tratar de proteger a la familia. El caso es que las décadas
de ignominia fascista del régimen franquista supusieron un velo, una tapadera, un pozo
negro donde echar los trapos sucios, más que nada ensangrentados, que los “buenos y
fieles católicos” del pueblo habían manchado, defendiendo su “fe”, su patria, su
bandera…y su cartera (y quedándose con la de muchos, diría yo). Eran fechorías muy
graves. Pero a fecha de hoy, 25 de agosto de 2010, aquellas siguen impunes.
Esperemos que moralmente al menos no se tarde en esclarecer y poner a cada uno en su
sitio.
El caso es que tanto Teodora como Jerónimo -mi padre- guardaron aquella carpetilla sin
darlo mayor trascendencia ni intentar descifrar aquellos ringurrangos mal escritos.
Algunos nombres sí aparecían: Crescencio, Francisco, Braulio, Darío, Eusebio, etc.
Así fue como en un rincón de la despensa permanecieron los “dichosos” papeles hasta
que al hacer una limpia, por mi parte, mucho tiempo después (más que nada por
problemas de ratones que se pasaban del corral contiguo) me los encontré ya un tanto
raídos, pero para mí -aún así- muy “sabrosos”, pues conectaban con algo que había
leído de la posguerra y que ahora me venía a la mente y que suponía me iba a permitir
enlazar puntos inconexos que bien merecían ser contrastados. Pude descifrar la palabra
“portugués…tiro de gracia”, “sindicato-sociedad (1950)”, etc., y todo ello me venía
como anillo al dedo, todo encajaba con las pesquisas que venía realizando
personalmente desde hacía una década: Sobre aquello que quisieron ocultar siempre
sobre la II República, Guerra Civil y posguerra, donde los tapujos eran claves para
tratar de entender lo que el franquismo supuso para este país destrozado durante
décadas por gente sin escrúpulos, donde a la contrarrevolución la llamaron “revolución”
(nacional-sindicalista), donde los colores de Falange fueron usurpados al anarquismo (y
así, también, tratar de atraerse a los cerca de dos millones de afiliados), donde los
mismos fascistas (véase el “cuñadísimo”) han reconocido que se aplicó una “justicia al
revés”, donde el cooperativismo fue barrido a cambio de unos engendros de empresas
corporativas de “productores” (ya no trabajadores), donde la mujer era no otra cosa que
la fiel servidora de su marido (sin ser bien visto trabajar fuera de casa, sin derecho al
divorcio, sin poder usar del fondo económico sin autorización de él o sin poder salir de
una ciudad a otra si no existía su consentimiento), y así podríamos seguir con la
explotación de presos por empresas privadas, etc., etc., etc.
Ahora, 75 años después de aquél 25 de agosto del 36 (en que en la localidad
“pasearon” a 19 personas de un golpe, uno se pregunta y se plantea muchos temas y
cuestiones, pero sobre todo cómo es que la generación de nuestros padres tuvieron tanta
santa paciencia (y más teniendo bar), aguantando responsables, implicados, asesinos
directos, cómplices, …, viéndoles jugar, beber, fumar, carraspear, escupir, carcajear, …
siempre con su Ponche, su 103, su Terry,…siempre guardándose de hablar de temas
escabrosos en voz alta y conservando la careta correspondiente, pues si uno había
tenido tienda de pescado y ahora tienda de ultramarinos, otro ejercía cargo público, otro
despachaba artículos de tabacalera y ultramarinos o era aficionado a la caza, etc., el
caso era guardar las apariencias y hacer como que en el pueblo no había pasado nada ni
pasaba, pues las mentiras y engaños (a la “ley” de entonces, incluso, también) seguían
presentes, pues “nadie” iba a llevar la contraria al que tenía carnet y era Jefe de Falange,
era Presidente de “Cooperativa”, Juez de Paz, Alcalde o concejal; y menos denunciarle,
y más siendo la misma persona la que ocupaba todos esos cargos (como ha llegado a
ocurrir). El tiempo demostrará si esos fraudes, amparados en la demagogia y palabrería
del momento, son ciertos o no lo son. Y no es el caso local que aquí vengo exponiendo
de modo suave y no nominativo, pues se podrá investigar o probar (si ya está
investigado) a otras escalas de mayor población, extensión o importancia.
Mi padre, Jerónimo, nunca me habló directamente de aquellos “señores”, tal vez por
haberse habituado a verlos,… como a tantos otros. Por mi parte, a pesar de conocer a
sus hijos y nietos y ser algunos de ellos mis amigos, reconozco que si no llega a ser por
mi interés en estudiar aquellos periodos de la historia (1900-1960) y por este casual
encuentro con “la libretilla” no hubiese dado con la respuesta de algunas de mis dudas y
quebraderos. Lamentablemente estos “señores” (y otros vecinos de la misma cuerda) ya
no podrán informarnos debidamente de todo lo ocurrido y en especial de lo que ellos
bien se guardaron de ocultar, sellando un pacto común (entre alzados de la cruzada),
bien por temor a que sus mismos padres estaban “en la pomada”, bien por temor a que
algo cambiara en el país y se pudieran pedir o exigir “explicaciones”. Tuvieron
“suerte”: el batracio del pardo ató y bien ató todo durante todas aquellas décadas en que
mandó como dictador y colocó muy bien a los suyos para los tiempos futuros de
transición (pacto entre partidos) y democracia (en la que muchos de los que gobernaron
no quisieron mirar hacia atrás y sí al “futuro”).
Actualmente cientos de miles de familias siguen desatendidas tanto por ciertos
ayuntamientos, jueces, incluso por los gobiernos, unos con actitud de rechazo y otros
con una ambigüedad increíble. Muchos de nuestros abuelos siguen en las cunetas; la
impunidad sigue presente sin ser una respuesta nada ejemplar. Públicamente todos los
cargos democráticos elegidos deberían rechazar y denunciar aquel golpe de estado,
guerra y genocidio. Pero que nadie se engañe ni se adelante a los acontecimientos, pues
muchos somos los que seguimos investigando aquellas tropelías.
Triste es el pasado de estos pueblos de Castilla, a los que la geografía les colocó en
“zona nacional” de entrada y muchos, por no decir millones, siempre pensaron (hasta
hace bien poco) que aquí todos éramos “fachas” o nos faltaba muy poco (craso error).
Igual de miserable es la actitud de los que aún hoy en día siguen creyendo (sean de la
zona geográfica que sean) -y pensando, que es peor- que la guerra fue necesaria, que fue
una cruzada y que “Dios” estaba de su parte, que la razón les amparaba incluso para
matar; que no sigan con semejantes cantinelas, catequesis y justificaciones para intentar
acallarnos o tratar de “equiparar” lo ocurrido en una zona o en otra. No y no; todo va a
seguir su curso y todo se tratará de aclarar, digan lo que digan los “Moa, Martín Rubio,
De la Cierva, Vidal,…”, pues sus errores son evidentes y flagrantes; cientos de estudios
lo confirman. Sus mentiras, manipulaciones y tergiversaciones no han aportado otra
cosa que frenar el proceso de esclarecimiento y verdad, a pesar de que ellos y otros
como ellos, durante décadas, fueron los únicos que pudieron acceder a los archivos
entonces llamados “franquistas”, pues la documentación, aunque robada, era de todos.
Decir para terminar que muchos de nuestros pueblos van a conocer sus historias en
breve, aunque los testimonios vayan siendo cada día menos, aun con todas las
dificultades -a mayores- que puedan ir apareciendo, pues mucha gente hemos recogido
“el testigo” de nuestros mayores con responsabilidad y con orgullo, por aquello de
evitar que “alguno” quiera convencernos de que el franquismo fue una panacea, cuando
sabemos fehacientemente que fue un régimen de terror de principio a fin.
“HASTA LOS HUESOS”
-HISTORIA DE TANTO CALADO
QUE “NOS CALA” DE TANTA TRISTEZA-
Solidario con todos los que sufrieron aquella miseria genocida tan lamentable de
muerte, hambre y tristeza, querría narrar aquí un par de historias, en Homenaje a José y
hermanando a Castrillo de la Vega y Nava de Roa, pues de los dos pueblos, con unos
1700-1800 habitantes en total en 1936, “sacaron de sus casas” a 38 personas, aunque
una de ellas se salvó (pues se saltó del camión; era de Nava de Roa). Casi 22 personas
por cada mil.
Pero a esa cifra debemos añadir otros como aquél que desde Nava bajó a Peñafiel Francisco-
y ya no volvió (lo mataron); al portugués, que desde Castrillo de Duero
venía y al que algunos fascistas de Nava -ya identificados- le salieron al paso y en breve
se le “cargaron” (con tiro de “gracia” incluido…y alardeando el autor jovenzuelo de
semejante “hazaña”), aun sin saber a fecha de hoy por la gente común quién era o cómo
se llamaba tal persona (otra cosa es que los autores le registraran y luego le destruyeran
sus papeles); al natural de Nava de Roa asesinado (fusilado) en Madrid, en 1939, una
vez terminada la guerra; al otro navarrusco -Liborio- asesinado en guerra en las tapias
de San Isidro de Valladolid; (…) y así podríamos seguir, hablando de todo lo ocurrido,
pues no todo -ni mucho menos- “está escrito”. Ya llevamos 41 personas que por no
apoyar a los sublevados, el fascismo o “el Movimiento”, fueron eliminadas: ¡24
personas de cada mil!
Y si estas cifras asustan no debemos pensar que todo queda ahí; sabemos que no: los
que fueron a la cárcel, campos de trabajo, calabozos, cuartelillos, ayuntamientos,
campos de concentración, exilio, (…), las torturas que sufrieron dentro de esos centros,
el hambre, las enfermedades, las secuelas en general, (…), todos los que aún no
sabemos dónde están (pues los cuerpos no los hemos encontrado ni nadie nos lo ha
dicho -aunque sabemos quiénes eran los que recorrían la comarca, de unos pueblos o de
otros-, y las familias siguen esperando después de décadas), y todas las atrocidades
económicas, laborales, culturales cometidas, y los castigos “ejemplares”, y las pelonas,
y el aceite de ricino, uy los desfiles denigrantes por las calles, tratos humillantes y
vejatorios, requisas, robos, embargos, trabajos para no cobrar por ellos, juicios
irracionales (con denuncias absurdas, o duplicación de juicio, etc.), o la implacable
pobreza y tener que emigrar, tensiones, enfrentamientos, subyugaciones,…o desconocer
-porque uno estaba a la siega o en la era- que otros vecinos venían preparando el golpe
y que guardaban las armas en casa del cura o en algún almacén de algún cacique o con
aldaba; o las violaciones; o tantos como se tuvieron que esconder (“topos”); o las
imposiciones de multas, vejaciones públicas, detenciones arbitrarias, prohibición de
costumbres (véase, luto), humillación diaria en la calle, insultos, etc.; o abandonar la
escuela por “hacerte la vida imposible, insultándote con “eres hijo de rojo”, “demonio”,
“vete a Rusia”, “hijo de comunista”; o tener que llevar comida para mantenerles a los
que se habían llevado a las cárceles; o saber de ocultamientos y enterramientos por
parte de alguien que después gozaron o recibieron ciertos puestos a nivel local y no
poder denunciarlo; o humillarte con la obligada confesión; o ver con tus propios ojos a
falangistas o albiñanistas medio borrachos cómo se preparan para matar o perpetrar sus
asesinatos a gente inocente; o dar patadas o golpes, incluso orinar a alguien si pide un
poco de agua; o sufrir la marginación por ser quien eres, como grupo estigmatizado por
ellos; o muchas parejas que se querían y eran rechazados por parte de una de las
familias (aunque también se ha dado quienes se casaron por “amor” y al final el “hijo de
rojo” se convirtió en un sometido “al dictado de”); o cuántas viudas no pudieron
volverse a casar porque no se les reconocía su estado civil al no existir acta de
defunción del marido, etc.; o cuántos jóvenes se metieron en Falange o se fueron a la
Legión “por temor a”, aun sabiendo que en las trincheras también se cometían crímenes,
después de conocer que los “nacionales” habían asesinado a sus hermanos o familiares;
o la experiencia que todo ello supuso para los niños, con sus traumas, etc.;…o seguir en
una cuneta cualquiera y que ni siquiera los que trabajamos en esto (o por esto) -personas
o asociaciones- sepamos que está/n ahí, cómo se llaman o qué ocurrió (y estemos
pensando que murieron en el frente, en Madrid o vaya usted a saber;…o morir de pena
como único remedio para que les dejaran en paz (¡qué ironía, que felonía, qué desastre
de vida para tantos!), (…)
Aquel impacto que fue la guerra, aquella violencia extrema, aquel golpe (mazazo),
aquella conspiración de militares “desleales” y secuaces, aquellas víctimas (asesinados,
familiares y represaliados en general),…aquella BARBARIE fue de tales dimensiones
que ni siquiera después de tantas mentiras y manipulaciones, durante tanto tiempo,
podemos decir los familiares que alguien nos ha ayudado debidamente, y los que han
echado una mano ha sido de manera ambigua, a medios pelos, contando medias
verdades o no atreviéndose a llegar hasta el final, que bien podría ser -como ejemplo- el
anular los juicios franquistas, por no democráticos, sin defensa legal alguna, etc., etc.
Pero no, las asociaciones y las familias, vamos viendo pasar el tiempo y comprobando
lo difícil y arduo que resulta tratar de trabajar por el esclarecimiento si muchos alcaldes,
jueces, diputados y gente pública en general (además de una parte importante de la
sociedad) no dan un paso adelante, rompen su coraza, toman conciencia y hablan en voz
alta, reconociendo que es de justicia conocer la historia, darla a conocer, sin censura, sin
cortapisas,…sin tener miedo a re-conocer lo que ocurrió, pues, por mucho que lo
intenten, la verdad saldrá adelante y ellos quedarán más en evidencia aún.
No todos los políticos han actuado de la misma manera, tampoco todos los alcaldes ni
jueces. Lo sabemos. Tampoco los hijos o nietos de los “implicados” deben temer nada
de nosotros, siempre que respeten y dejen trabajar por la JUSTICIA, la DIGNIDAD y la
VERDAD, siempre que no entorpezcan o malmetan o vuelvan a las andadas apoyando
aquellas salvajadas (como algunos todavía hacen) con la palabra o, a veces, con hechos.
El ORGULLO y el saber que nos asiste la RAZÓN va a impedir que desistamos, por
muchos momentos de debilidad y tantos que nos ponen la zancadilla, queriéndolo o no
con su actitud, actuando de manera interesada, torpe, ruin,…desenfocada, utilizando a
mucha gente que se ofrece de corazón. Para ellos también nuestro toque de atención: No
queremos protagonismos, carreras a costa de, ninguneos ni “listillos” (ni para
curriculums ni para elecciones),…el tema es de tanto “calado” que nos cala hasta los
huesos todo este dolor, y la deslealtad, y la indiferencia, y la apatía,…y el OLVIDO.
De todo esto vamos a hablar y a escribir más, y más aún de lo que se está haciendo. Y
Castrillo de la Vega, Roa, Nava de Roa, etc., etc., lo verán más pronto que tarde en sus
librerías, en sus estanterías, en sus casas, en sus manos. Ya no van a poder cerrar los
ojos como tantos lo hicieron cuando debieron “ponerse en su sitio”. No vamos a
consentir más esta vergüenza plagada de sangre, mentiras y dejar pasar el tiempo, pues
los que aún viven y fueron testigos de la guerra se lo merecen, fuesen mayores, mujeres
o niños. Los que se debatan entre el recuerdo y la culpa ya saben lo que pueden hacer:
HABLAR y PEDIR PERDÓN.
Aquel velo y tela de araña tejido por la guerra y la represión debe desaparecer. El no
saber dónde están “los nuestros” también algún día será pasado, pero para ello debemos
seguir trabajando, pese a quien pese, pues “ese no saber” se convierte en ansiedad y en
una perenne tortura.
Todos los familiares sabemos que aquella infamia, aquel desprecio, no se va a superar
con venganza o revancha al estilo fascista; nosotros pedimos y queremos saber la
verdad (acercarnos cuando menos a ella) y darla a conocer. El presente, conociendo el
pasado, será mucho más pleno, más digno, más humano. Y los que se aprovecharon de
todo ello, con robos de tierras, casas, joyas que traían del frente (incluso máquinas de
coser a cuestas), negocios, puestos de trabajo o todo tipo de actos denigrantes hasta
llegar al más deleznable -el asesinato impune-, debemos decirles que para nosotros
siempre serán unos miserables y unos asesinos (a cada uno lo suyo); y otro tanto a sus
descendientes que no reconocen lo ocurrido: Si nosotros somos hijos o nietos de
republicanos que lucharon por una sociedad más igualitaria y contra el fascismo, ellos
no dejarán de ser nunca hijos o nietos de fascistas que asesinaron vecinos, incluso a sus
mismos familiares. Nosotros -yo al menos- así me reconozco en mi abuelo. ¿Ellos
también lo hacen,…se atreven a hacerlo? Personalmente no he escuchado a ninguno,
aun conociendo a cientos. Entre otros responsables de este silencio a no querer
reconocer lo aberrante, el horror, lo vergonzante,…está ese revisionismo neo-franquista
que sigue alentando a muchos a seguir “erre que erre” con la defensa del “aguilucho”, el
comunismo como culpable de aquella guerra y el genocidio “ejemplarizante” (según
ellos), más que nada para no dejar a nadie que se pudiera “rebullir”. Y así fue (o lo
intentaron) durante 40 años de dictadura, añadiendo los años de Transición (Silencio y
Pactos) y tres décadas de Democracia que tampoco, al menos a este nivel, ha dado “la
talla” esperada.
Que la desazón no ocupe, al menos del todo, nuestros sentimientos, preocupaciones,
acciones, pensamientos,…y que podamos echar una mano siempre y en lo posible a
todas las víctimas, los desfavorecidos y gente sin voz, sean de entonces o del ahora.
20minutos.esInternacional
La Justicia argentina reabre la investigación de crímenes del franquismo
Pedirán al Gobierno español que informe sobre si está investigando crímenes cometidos entre julio de 1936 y junio de 1977. Es la respuesta a una apelación de familiares de españoles que fueron víctimas del franquismo. Anulan el dictamen de una jueza que había archivado esas actuaciones
Un tribunal de apelaciones de Buenos Aires reabrió la causa por crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura de Francisco Franco en España, como reclamaban organismos humanitarios y familiares de víctimas del franquismo, informaron este viernes fuentes judiciales. La decisión del tribunal "repara el error" del archivo de la causa
Además de anular el dictamen de una jueza federal de Buenos Aires que había archivado esas actuaciones, el tribunal dispuso pedir al Gobierno de España que informe si está investigando esos crímenes en el período comprendido entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977, apuntaron las fuentes.
Abogados de organismos humanitarios que patrocinan a los querellantes dijeron que la decisión del tribunal "repara el error" del archivo de la causa dispuesto en un fallo de la jueza María Servini de Cubría con el apoyo de la Fiscalía.
La Sala II de la Cámara Criminal y Correccional Federal respondió así a una apelación presentada por familiares de españoles víctimas del franquismo que en abril pasado habían pedido a la justicia argentina que investigara múltiples crímenes de lesa humanidad amparándose en el principio de jurisdicción universal.
Unanimidad
Con la unanimidad de sus miembros, el tribunal declaró nulo "por carecer de fundamentación y sustento en el ordenamiento procesal vigente" el fallo que había archivado las actuaciones, según el dictamen. Una de las demandantes es Silvia Carretero, viuda de Luis Sánchez Bravo, uno de los cinco últimos fusilados por el franquismo
Además aceptó la petición de la querella para que por vía diplomática se pida a España que informe "si efectivamente" se investiga allí la existencia de "un plan sistemático generalizado y deliberado de aterrorizar a los españoles partidarios de la forma representativa de gobierno a través de su eliminación física" en el lapso que va del 17 de julio de 1936 al 15 de junio de 1977".
"El derecho a la tutela judicial efectiva implica que la razón principal por la que el Estado debe perseguir el delito es la necesidad de dar cumplimiento a su obligación de garantizar el derecho a la justicia de las víctimas", aduce el dictamen del tribunal argentino.
Subraya que "la persecución penal" es "un corolario necesario del derecho" de toda persona a "una investigación judicial a cargo de un tribunal competente, imparcial e independiente" que establezca si hubo violación de sus derechos, "se identifique a los responsables y se les impongan las sanciones pertinentes".
Entre las demandas ante los tribunales de Buenos Aires figuran las de Silvia Carretero, viuda de Luis Sánchez Bravo, uno de los cinco últimos fusilados por el franquismo, y las de Darío Rivas, hijo de Severino Rivas, fusilado en 1936, e Inés García, sobrina de Elías García, asesinado en 1937.
Pedirán al Gobierno español que informe sobre si está investigando crímenes cometidos entre julio de 1936 y junio de 1977. Es la respuesta a una apelación de familiares de españoles que fueron víctimas del franquismo. Anulan el dictamen de una jueza que había archivado esas actuaciones
Un tribunal de apelaciones de Buenos Aires reabrió la causa por crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura de Francisco Franco en España, como reclamaban organismos humanitarios y familiares de víctimas del franquismo, informaron este viernes fuentes judiciales. La decisión del tribunal "repara el error" del archivo de la causa
Además de anular el dictamen de una jueza federal de Buenos Aires que había archivado esas actuaciones, el tribunal dispuso pedir al Gobierno de España que informe si está investigando esos crímenes en el período comprendido entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977, apuntaron las fuentes.
Abogados de organismos humanitarios que patrocinan a los querellantes dijeron que la decisión del tribunal "repara el error" del archivo de la causa dispuesto en un fallo de la jueza María Servini de Cubría con el apoyo de la Fiscalía.
La Sala II de la Cámara Criminal y Correccional Federal respondió así a una apelación presentada por familiares de españoles víctimas del franquismo que en abril pasado habían pedido a la justicia argentina que investigara múltiples crímenes de lesa humanidad amparándose en el principio de jurisdicción universal.
Unanimidad
Con la unanimidad de sus miembros, el tribunal declaró nulo "por carecer de fundamentación y sustento en el ordenamiento procesal vigente" el fallo que había archivado las actuaciones, según el dictamen. Una de las demandantes es Silvia Carretero, viuda de Luis Sánchez Bravo, uno de los cinco últimos fusilados por el franquismo
Además aceptó la petición de la querella para que por vía diplomática se pida a España que informe "si efectivamente" se investiga allí la existencia de "un plan sistemático generalizado y deliberado de aterrorizar a los españoles partidarios de la forma representativa de gobierno a través de su eliminación física" en el lapso que va del 17 de julio de 1936 al 15 de junio de 1977".
"El derecho a la tutela judicial efectiva implica que la razón principal por la que el Estado debe perseguir el delito es la necesidad de dar cumplimiento a su obligación de garantizar el derecho a la justicia de las víctimas", aduce el dictamen del tribunal argentino.
Subraya que "la persecución penal" es "un corolario necesario del derecho" de toda persona a "una investigación judicial a cargo de un tribunal competente, imparcial e independiente" que establezca si hubo violación de sus derechos, "se identifique a los responsables y se les impongan las sanciones pertinentes".
Entre las demandas ante los tribunales de Buenos Aires figuran las de Silvia Carretero, viuda de Luis Sánchez Bravo, uno de los cinco últimos fusilados por el franquismo, y las de Darío Rivas, hijo de Severino Rivas, fusilado en 1936, e Inés García, sobrina de Elías García, asesinado en 1937.
ANIANO DE LA IGLESIA y su visionario Chuchi
![]() |
Como podeis ver un hombre adelantado a su tiempo. Y su nieta Eva, que si que deduce como fue su Abuelo | <><><><><><><><>
Thursday, September 02, 2010
La querella contra Garzón, ¿"represalia" del PP o "su propia medicina"?
La admisión del Supremo de la querella contra Garzón por la causa contra el franquismo provoca un torrente de reacciones PÚBLICO.ES / AGENCIAS Madrid 28/05/2009 13:03
Noticias relacionadasManos Limpias, el sindicato ultra que denunció a Los LunnisLa admisión a trámite de una querella por prevaricación —precepto recogido en el artículo 446 del Código Penal, que castiga al magistrado que dicta una resolución injusta a sabiendas— presentada por el sindicato de ultraderecha Manos Limpias contra el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, por la causa contra el franquismo, ha provocado un torrente de reacciones.
Mientras el candidato socialista a las europeas, Juan Fernando López Aguilar, considera "inaceptable" en democracia que los conservadores "amedrenten de manera sistemática" a quienes denuncian o investigan "la corrupción", el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, ha pedido que se respete la presunción y el refundador del PP en Navarra, Jaime Ignacio del Burgo, considera que Garzón está probando "su propia medicina".
Intentos de amedrentar
El socialista López Aguilar ha culpado al PP "de amedrentar de manera sistemática, con intento de achantar, a quienes denuncian la corrupción que les afecta, intentando represaliar a los representantes del Estado de Derecho, ya sean policías, comisarios, o jueces".
"El PP trata de amedrentar de manera sistemática" "Es lo que ha hecho con Garzón, al que ha metido una querella", ha recordado López Aguilar, quien ha señalado a continuación que la admitida a trámite ayer por el Supremo no ha sido interpuesta "exactamente por el PP, sino por una connotada agrupación ultraderechista", aunque su "inspiración es la misma".
A este asunto se ha referido también el candidato del PP en las elecciones europeas, Jaime Mayor Oreja, quien -en declaraciones a TVE- ha recalcado que se trata de un procedimiento judicial abierto y que "lo que hace falta es confirmar que nadie está al margen de la ley, y un juez tampoco".
"En ese sentido y en ese terreno, lo único que cabe es respetar, no la decisión, sino el procedimiento y las consecuencias finales que pueda tener esa sentencia", ha añadido Mayor Oreja.
Las medicinas de Garzón
Ante la decisión del Supremo, Del Burgo ha considerado que el juez está probando "su propia medicina", y le ha instado a apartarse hasta que el Supremo decida si la imputación es o no definitiva.
Del Burgo ha destacado que a Garzón le ampara la presunción de inocencia, si bien apuntó que la apertura de un procedimiento en su contra por prevaricación es una decisión "muy severa" que debería llevarle a quedar en suspenso hasta que el Alto Tribunal decida si archiva o no la causa.
El ex parlamentario navarro recordó que en su momento la actuación del citado magistrado en relación con el franquismo era "manifiestaente arbitraria" y que, de hecho, hubo advertencias "claras" por parte de la Fiscalía de que "se estaba metiendo en un berenjenal jurídico" y que "no tenía ninguna facultad para iniciar ningún procedimiento".
De quedar esto demostrado, Del Burgo cree que habría motivos suficientes para que la querella de Manos Limpias siga su curso.
Presumir la inocencia
Por su parte, Cobo ha pedido a los ciudadanos y a los medios de comunicación que no hagan juicios apriorísticos con respecto a Garzón, y ha recordado que en democracia hay que presumir siempre la inocencia de todos.
"Hay que presumir siempre la inocencia de las personas"La 'mano derecha' del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha subrrayado que "en el caso del juez Garzón, como en cualquier otro, hay que presumir siempre la inocencia de las personas contra las que se abre un procedimiento".
Memoria Historica /3 años
Memoria Histórica:
73 AÑOS DE IMPUNIDAD, BASTAN.
Comprendí en todo su significado el verso de Gabriel Celaya, “somos a muerte, lo ibero”, un día de agosto de dos mil tres, cuando tras cavar junto al historiador segoviano Santiago Vega Sombría empezaron a aparecer los restos de los cinco fusilados, sin juicio, de Sepúlveda, el pueblo de mi padre, capitán del Ejército Leal a la II República Española.
Hoy, 21 de Agosto, se cumple el setenta y tres aniversario de esos crímenes de lesa humanidad, que siguen en la Impunidad, aunque según el Tribunal Penal Internacional, no prescriben. Ellos son, mi tio-abuelo Elias Sanz Velasco, Alcalde, Antonino Albarrán, Tte. de Alcalde, Pedro Antón Morata, Presidente de la Casa del Pueblo, Lucio Esteban, sindicalista y músico y D. Angel Prieto, maestro.
La Gran Represión, 1936-45
Seis años más tarde, me tamborilean en la conciencia otros versos de Gabriel Celaya,, como si su mejor trovador, Paco Ibañez, nos hubiera dado en aquellos años sesenta un antídoto contra la melancolía que nos embarga, hoy, la rabia contenida, al comprobar la obstrucción de la Justicia, con la que los magistrados cripto-franquistas pretenden, en vano, dar larga vida a la Impunidad de que gozan hasta el dia de hoy, los ejecutores del Holocausto republicano de post-guerra, la llamada Gran Represión:
El profesor de Derecho Penal y Teniente-Fiscal de la Audiencia Provincial de Alicante, D, MIGUEL GUTIÉRREZ CARBONELL, fallecido recientemente, describe los siguientes datos, en la página 10 de su libro PROCESO Y EXPEDIENTE A MIGUEL HERNANDEZ, (Ensayo jurídico sobre el Derecho Represor Franquista 1936-45), Editorial Compás, 1992.
Obtenidos los datos de fuentes franquistas, describe los siguientes datos:
“Población Reclusa.- Presos políticos, el 7 de enero de 1940, hay 270.719 y el 10 de Abril de 1943, aún hay 92.477 reclusos políticos (datos que suministra el Director General de Prisiones, Ángel B. Sanz, en su libro de “De re penitenciaria” publicado en 1943, con prólogo del Ministro de Justicia, Eduardo Aunos)
Muertos.- Incluidos los presos políticos ejecutados mediante proceso y los fallecidos en las cárceles. Desde Abril de 1939 al 30 de Junio de 1944, son 192.648 personas. (Cifra “oficial” facilitada por el Ministerio de Justicia de aquella época; citas tomadas de Marino Barbero en “ Política y Derecho Penal en España”.
Cierto que la comprensión del pasado, no es salvaconducto para un futuro sin los pasados yerros. Pero puede el recuerdo de aquel horror actuar positivamente, en función profiláctica, más que terapéutica de nuestra sociedad.”
Arriba el Fraternómetro !
Nosotros somos quién somos, en efecto, supervivientes, familiares y amigos, víctimas del terrorismo del Estado Franquista. Basta de historia y de cuentos, cuarenta años de Dictadura y treinta y uno de engaño, son suficientes. Ni vivimos del pasado ni damos cuerda al recuerdo, hemos pedido por la vía pacifica, ante los mas altos tribunales, nuestro derecho a la Justicia.
Somos turbia y fresca un agua que atropella sus comienzos El camino recorrido desde la primera excavación del Foro por la Memoria de Segovia, en Otero de los Herreros, las exhumaciones de todas las asociaciones para la recuperación de la memoria y los foros, las exposiciones, las charlas, los coloquios, las proyecciones, los disco-forums… han topado con las declaraciones de incompetencia del segundo poder del Estado.
Gritos en el cielo, que en la tierra son actos…
Los incontestables datos históricos, científicos, de todas las Cátedras de Historia Contemporánea de España, los hispanistas que nos han ido alumbrado el camino, sin ofender a nadie, discretamente, los juristas internacionales, la Federación Internacional de Derechos Humanos, La Comisión Interministerial y su apoyo a nuestras actividades, Amnistía Internacional, el equipo Nizkor, los diputados, la ONU, los periodistas, artistas o intelectuales; Autos, asambleas, artículos o actos han acumulado el salto cualitativo que voy anunciando suavemente, a golpes de palabra y argumentos, de versos ajenos, por pudor.
Tsunami por el Derecho a la Justicia y la modernidad
La gigantesca ola de esfuerzos útiles por la modernización de nuestro país, por la Verdad, la Justicia y la Reparación plenas, porque las reformas del marco legal sean un hecho, aprobado por las Cortes, antes de que mueran todos nuestros héroes y heroínas está a punto de convertirse en un imparable Tsunami.
Quizás hay que salir de la incertidumbre y por la vía pacífica manifestarse; tal vez haya que dar otra vuelta de tuerca, aglutinar voluntades a ras de suelo y en las alturas lo hagan los del mandilito, para transformar de una vez ese marco legal, que obsoleto en muchos aspectos: Ley de Amnistía, Ley de Memoria, Constitución, nos impiden inaugurar un Siglo XXI, sin ninguna adherencia indeseada del pasado.
A la calle que ya es hora de pasearnos a cuerpo...
En efecto, tras la Asamblea de la Federación de Foros por la Memoria, se propone literalmente “Promover y convocar diversas movilizaciones y concentraciones ante los respectivos máximos órganos judiciales de cada territorio , en exigencia de plena justicia para las víctimas del franquismo”, www. Nodo50.org/foroporlamemoria
Y pensar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo…
Dichas movilizaciones se pretenden unitarias, y por tanto se propondrá convoque también a las mismas el conjunto de asociaciones memorialistas, de derechos humanos, y de víctimas del franquismo”.
Yo estuve allí !
Todos aquellas personas que compartan estos nobles objetivos, deben aprestarse a anotarlo en su agenda, creo. Con el tiempo, que pasa como el agua ,cuando les rodeen sus nietos alrededor de un limonada, en una tarde calurosa como esta, podrán contarles lo que vivieron ese día en Madrid, en Barcelona, en la Coruña, Bilbao o Sevilla, Valencia o Badajoz y exclamar orgullosos: Yo estuvé allí!
Elisa Serna, cantautora, ex-presa y represaliada política.

Mas Fosas
El auto del Juzgado de Aguilar de la Frontera (Córdoba) apenas tiene tres folios. Y un resultado: archivo. Fue la respuesta que la Justicia, en la persona de la juez María Elena Cruz, cursó el 12 de febrero de 2010 a la denuncia de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar, que había solicitado la investigación de los crímenes ocurridos en el pueblo a raíz del alzamiento del 18 de julio de 1936. La excavación de las fosas, abiertas ahora por vía administrativa, ha sacado a la luz el horror que ignoró el juzgado. Ya han sido exhumados 53 cuerpos. Y todo indica que es sólo el principio.
"Descartada la tipificación de los hechos como delitos de lesa humanidad [...], nos encontramos con delitos calificados o denominados comunes, lo que impediría la determinación de los mismos como imprescriptibles", señala el auto judicial que dio carpetazo al asunto después de que el juez Baltasar Garzón abandonara la investigación de esta fosa y la cediera al juzgado territorial. La asociación local de memoria histórica ni se molestó en recurrir. Con una subvención estatal de 49.000 euros, comenzó a trabajar en la excavación en el mes de mayo.
"Descartada la tipificación de los hechos como delitos de lesa humanidad [...], nos encontramos con delitos calificados o denominados comunes, lo que impediría la determinación de los mismos como imprescriptibles", señala el auto judicial que dio carpetazo al asunto después de que el juez Baltasar Garzón abandonara la investigación de esta fosa y la cediera al juzgado territorial. La asociación local de memoria histórica ni se molestó en recurrir. Con una subvención estatal de 49.000 euros, comenzó a trabajar en la excavación en el mes de mayo.
Los arqueólogos han encontrado en una fosa común en Cazalla de la Sierra (Sevilla) los restos de ocho víctimas del franquismo con evidentes signos de violencia: orificios de entrada y salida de bala, casquillos y huesos rotos. Los cuerpos tenían las manos atadas a la espalda. Los técnicos que llevado a cabo la exhumación calculan que en este lugar podría haber hasta 300 personas, enterradas en cinco niveles de produnfidad, entre el otoño de 1937 y 1937.
La fosa mide 21 metros de largo por cinco de ancho, y tiene una profundidad de 2,18 metros, según ha informado la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia. Los técnicos buscan aquí a 300 fusilados de la Sierra Norte de Sevilla, hombres y mujeres de entre 17 y 65 años. Entre ellos, varios miembros de la última corporación republicana de Alanís de la Sierra, como el alcalde, José García Galindo, y el teniente de Alcalde Manuel García Espínola.También podrían hallarse en la fosa el jefe de la estación de tren en el momento del golpe, Pedro Doctor Arruga, y el matrimonio de jornaleros José Campos, El Pepino, y su mujer, Antonia González, todos ellos fusilados entre septiembre y octubre de 1936. Desde 2004, sus hijos y nietos habían reclamado la exhumación.
La fosa mide 21 metros de largo por cinco de ancho, y tiene una profundidad de 2,18 metros, según ha informado la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia. Los técnicos buscan aquí a 300 fusilados de la Sierra Norte de Sevilla, hombres y mujeres de entre 17 y 65 años. Entre ellos, varios miembros de la última corporación republicana de Alanís de la Sierra, como el alcalde, José García Galindo, y el teniente de Alcalde Manuel García Espínola.También podrían hallarse en la fosa el jefe de la estación de tren en el momento del golpe, Pedro Doctor Arruga, y el matrimonio de jornaleros José Campos, El Pepino, y su mujer, Antonia González, todos ellos fusilados entre septiembre y octubre de 1936. Desde 2004, sus hijos y nietos habían reclamado la exhumación.
VERDAD, JUSTICIA, REPARACIÓN El juez Baltasar Garzón ha sido suspendido, en espera de medidas definitivas, por haber abierto una instrucción, a petición de familias de víctimas, contra ciertos crímenes del franquismo. Queremos que la justicia española abandone estas persecuciones retrógradas. Queremos que los desaparecidos en las fosas comunes sean identificados y rehabilitados. Queremos que todos los crímenes del franquismo sean condenados y que todas sus sentencias sean anuladas, tales las que llevaron a la muerte a Luis Companys, Julián Grimau, Salvador Puig Antich y decenas de miles de personas. Queremos que España aplique el derecho internacional. Somos solidarios de los ciudadanos de España y del mundo entero que reclaman : ¡ Verdad, Justicia, Reparación ! 76 entidades firmantes
Wednesday, September 01, 2010
Fausto y sus desencuentros
Ahora hace años, que el próvido Fausto, nos invitó por dos veces consecutivas a homenajear a lo fusilados de Pajares de Adaja (que lo fueron en Aldeaseca.) El año pasado ya no nos invitó porque se puso de la orilla de las cismáticas: Isabel y Ángel, quienes le montan el 'número' a F. Magan en el homenaje que la rendimos a la reina Isabel(y rendida y cesada está ahora ella) después de publicar a allí de viva voz “que Petra la estaba demostrando ser una señora.” A la salida Fausto me pregunta por Magan y le digo, que está en Casavieja . Le llama y le anima a seguir, y luego toma las de Villadiego. Eso es de jesuitas Fausto. Nunca entenderemos -a no ser porque quieras protagonismo- de la M. H. el que te vayas con las nietas de la Plaza de Mayo, a la Puerta del Sol donde sois (13) Trece; como las trece rosas en la Almudena. Nos estáis desprestigiando a todos los huérfanos del franquismo con ese número tan exiguo de participantes.
Por Nuestra Memoria el uno dos tres el 30/08/10
En ASCII
Juicio por los desaparecidos españoles.
Garzón, Argentina y la comunidad internacional
por Prudencio García
Coronel del Ejército (R). Autor del libro "El drama de autonomía militar: Argentina bajo las Juntas Militares", Alianza Editorial y finalista del Premio Nacional de Ensayo 1996.
--------------------------------------------------------------------------------
Las acciones judiciales emprendidas por el juez Baltasar Garzón, tendentes al posible procesamiento de los militares y policías argentinos que aparecen como presuntos responsables de la desaparición de 266 compatriotas nuestros (entre ciudadanos españoles propiamente dichos, hijos y nietos de españoles), víctimas de la represión perpetrada por las Juntas Militares en aquel país (1976-1983), plantean un importante tema legal y moral. Tema que puede concretarse en una triple interrogante, cuyas correspondientes respuestas examinamos a continuación.
La primera pregunta sería: resulta posible, según las leyes españolas, proceder judicialmente contra quienes cometieron en Argentina tales delitos, incluyendo secuestros, atroces torturas, asesinatos y posterior eliminación de los cadáveres, delitos perpetrados en este caso contra ciudadanos españoles o sus descendientes inmediatos? Los tres autos emitidos por el juez Baltasar Garzón (de 10 de junio, 28 de junio y 12 de septiembre) dejan escasa duda al respecto: la jurisdicción española, y dentro de ella la Audiencia Nacional, son plenamente competentes para conocer los hechos denunciados e instruir las correspondientes causas. En cuanto a la gravedad extrema de los desmanes cometidos, basta subrayar la primera frase del apartado ''Razonamientos jurídicos'' del segundo de los autos citados: "Sólo la mente humana es capaz de imaginar, diseñar y ejecutar los horrores que en estas causas se describen".
A la luz de la legislación española e internacional, los hechos que nos ocupan -incursos en la categoría de terrorismo, entre otras figuras delictivas de máxima gravedad- son absolutamente perseguibles desde España, con la limitación impuesta por nuestra Ley Orgánica del Poder Judicial al establecer la condición de que el delincuente no haya sido absuelto, indultado o penado en el extranjero por los mismos delitos. Recuérdese que fueron muy pocos los militares argentinos que llegaron a ser juzgados y condenados (todos ellos indultados a finales de 1990).
Algunos de ellos aparecen ahora imputados en los autos del juez Garzón; pero lo son por unos delitos concretos e individualizados, distintos de aquellos otros delitos -también concretos e individualizados- por los que fueron juzgados años atrás. Por tanto, pueden ser procesados en España a pesar de la citada limitación. Con mayor razón pueden serlo los altos jefes "desprocesados" por el anterior indulto de 1989, así como los numerosos jefes y oficiales que nunca llegaron a ser juzgados, como consecuencia de las leyes llamadas de Obediencia Debida (1987) y Punto Final (1986). La respuesta a la primera pregunta planteada ha de ser, por tanto, inequívocamente afirmativa.
La segunda cuestión sería la siguiente: estarán dispuestas las autoridades argentinas -tanto políticas como judiciales- a prestar la colaboración que se les solicita, atendiendo a una posible comisión rogatoria de extradición? La respuesta es igualmente rotunda, pero negativa en este caso. No habrá, por parte argentina, la más mínima colaboración ni se concederá una sola extradición. A pesar de la posición expresada por nuestro ministro de Exteriores, Abel Matutes -afirmando que tal comisión rogatoria sería inmediatamente tramitada por el Ejecutivo si la justicia española así lo requiriese-, aun así, aunque nuestra justicia las demande y nuestro Gobierno las tramite, no cabe esperanza alguna respecto al logro de las extradiciones correspondientes.
Para comprender hasta qué punto puede darse por segura esta respuesta negativa, recuérdese simplemente lo ocurrido en los dos casos de más notable repercusión internacional registrados durante aquella represión: el secuestro, tortura, violación y asesinato de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, y el secuestro y asesinato de la súbdita sueca de 17 años Dagmar
Hagelin, casos ambos en los que el teniente de la Armada Alfredo Astiz apareció imputado como autor principal. Las intensas gestiones realizadas por los Gobiernos francés y sueco resultaron siempre infructuosas, revelándose absolutamente impracticables tanto la extradición del citado teniente como su condena en su propio país. Baste, por tanto, recordar estos dos casos tan notorios para comprender lo que ocurrirá ante empeños similares por parte del Gobierno español.
Llegamos con ello a la tercera y última de las interrogantes. Contando con esa segura y sistemática negativa de las autoridades argentinas a toda reapertura de actuaciones judiciales en su propia jurisdicción, así como a todo tipo de extradición, merece la pena el esfuerzo de llevar adelante en España dicho procedimiento judicial, hasta llegar al correspondiente desenlace procesal? Nuestra respuesta a esta última pregunta es un rotundo sí.
Incluso contando con que las autoridades argentinas mantendrán su posición cerradamente defensiva -rechazando siempre la extradición de sus connacionales-, si la acción judicial española se desarrolla con la suficiente eficacia y determinación, podrán alcanzarse, al menos, un par de logros de cierta importancia y valor. El primero, ya conseguido por Francia y Suecia contra el teniente Astiz, consiste en la emisión por Interpol de órdenes internacionales de busca y captura, dirigidas contra aquellos represores sobre cuya criminalidad exista la suficiente evidencia probatoria. Ello no garantiza en absoluto su encarcelamiento, pero sí consigue un efecto no precisamente despreciable: inmovilizarlos en el interior de su país, impidiendo su salida al exterior, donde podrían ser detenidos al llegar al primer puerto o aeropuerto -en cumplimiento de la legislación internacional- para ser entregados a la autoridad judicial que los reclamó.
Pues bien; si Francia y Suecia, contando cada una de ellas con un caso concreto, han obtenido ese resultado, en nuestro caso, dado el cúmulo de casos y de evidencias registradas contra un numeroso grupo de represores, el resultado podría ser más espectacular. Del auto de Garzón (tercero de los citados) se desprende la posibilidad directa de librar órdenes internacionales de detención (contra todos o algunos de los 78 imputados) en función del resultado de las declaraciones requeridas por comisión rogatoria, o, en su caso, de la negativa a prestarlas. Por añadidura, cuatro militares argentinos han manifestado su disposición a declarar ante el juez español, tres de ellos al amparo del anonimato y del régimen de protección al "arrepentido", previsto en nuestra actual legislación.
Italia, por su parte, ha puesto en marcha un proceso similar. Su ministro de Justicia, Giovanni Maria Flick, impulsa actualmente los procedimientos judiciales incoados "contra Jorge Rafael Videla y 88 más", por delitos de desaparición forzada, torturas, asesinatos y otra serie de delitos subsiguientes, perpetrados contra varios centenares de ciudadanos italianos en aquella trágica Argentina de los años setenta. El poder judicial italiano, por otra parte, ve facilitado su propósito por el hecho de que su Código Penal, a diferencia del nuestro, permite la renovación de juicio (artículo 11) incluso ante casos de "cosa juzgada" en el extranjero. A su vez, en Estados Unidos se están instruyendo causas judiciales sobre crímenes contra ciudadanos norteamericanos cometidos por los militares argentinos durante su régimen dictatorial.
Todo hace suponer, por tanto, que en un plazo no excesivamente largo podremos ver a varias docenas de responsables de la guerra sucia sometidos a órdenes internacionales de captura de muy distintas procedencias, lo que les obligará a vivir permanentemente confinados en su país. En este sentido, la actuación del juez Garzón viene a significar, en definitiva, que la justicia española no está dispuesta a eludir su aportación a ese logro en su vertiente legal. E1 segundo logro antes aludido se sitúa, en cambio, en el área de lo moral. El hecho de que aquellos militares argentinos que actuaron como prepotentes dueños absolutos de la vida y la muerte, administrándolas ambas de la forma más discrecional, endiosándose por encima del bien y del mal, actuando al margen de toda ley y toda moral, el hecho de que tales sujetos se vean ahora enfilados por la comunidad internacional y conceptuados por ésta como indeseables delincuentes que deben ser capturados y conducidos ante los jueces de algunos de los países más civilizados de la tierra implica un tipo de castigo moral cuya significación va mucho más allá de los resultados puramente legales que de todo esto se puedan derivar.
Ello se inscribe plenamente en la nueva filosofía, cada vez más firmemente establecida en el ámbito internacional: la llamada "injerencia humanitaria" que, superando el principio de "no injerencia en los asuntos internos de otros Estados", establece otro principio de creciente vigencia actual. Este nuevo principio de progresiva implantación -auspiciado por repetidas resoluciones de las Naciones Unidas y cada vez más asumido por la comunidad internacional- puede resumirse
así: la defensa de los derechos humanos en cualquier país del mundo donde sean gravemente atropellados es un deber por encima de las fronteras y los regímenes. Ante estas situaciones no cabe denunciar la "injerencia extranjera", habitual coartada para el mantenimiento interno de la impunidad.
Afirma amargamente Ernesto Sábato: "En la Argentina de hoy, cuando caminamos por nuestras calles, sabemos que nos cruzamos con asesinos y torturadores de la peor calaña, que se mueven entre nosotros con toda libertad". Pues bien; esperemos que, en éste y otros países, gracias a actuaciones como la del juez Baltasar Garzón, los más caracterizados representantes de aquella innoble ralea, que tan libremente circulan por las ciudades argentinas, no puedan, al menos, hacerlo por las nuestras.
--------------------------------------------------------------------------------
Artículo publicado en el Diario EL PAIS. Madrid, 30 de noviembre de 1996.
--------------------------------------------------------------------------------
Juicio por los Desaparecidos Españoles en Argentina
Juicio por los desaparecidos españoles.
Garzón, Argentina y la comunidad internacional
por Prudencio García
Coronel del Ejército (R). Autor del libro "El drama de autonomía militar: Argentina bajo las Juntas Militares", Alianza Editorial y finalista del Premio Nacional de Ensayo 1996.
--------------------------------------------------------------------------------
Las acciones judiciales emprendidas por el juez Baltasar Garzón, tendentes al posible procesamiento de los militares y policías argentinos que aparecen como presuntos responsables de la desaparición de 266 compatriotas nuestros (entre ciudadanos españoles propiamente dichos, hijos y nietos de españoles), víctimas de la represión perpetrada por las Juntas Militares en aquel país (1976-1983), plantean un importante tema legal y moral. Tema que puede concretarse en una triple interrogante, cuyas correspondientes respuestas examinamos a continuación.
La primera pregunta sería: resulta posible, según las leyes españolas, proceder judicialmente contra quienes cometieron en Argentina tales delitos, incluyendo secuestros, atroces torturas, asesinatos y posterior eliminación de los cadáveres, delitos perpetrados en este caso contra ciudadanos españoles o sus descendientes inmediatos? Los tres autos emitidos por el juez Baltasar Garzón (de 10 de junio, 28 de junio y 12 de septiembre) dejan escasa duda al respecto: la jurisdicción española, y dentro de ella la Audiencia Nacional, son plenamente competentes para conocer los hechos denunciados e instruir las correspondientes causas. En cuanto a la gravedad extrema de los desmanes cometidos, basta subrayar la primera frase del apartado ''Razonamientos jurídicos'' del segundo de los autos citados: "Sólo la mente humana es capaz de imaginar, diseñar y ejecutar los horrores que en estas causas se describen".
A la luz de la legislación española e internacional, los hechos que nos ocupan -incursos en la categoría de terrorismo, entre otras figuras delictivas de máxima gravedad- son absolutamente perseguibles desde España, con la limitación impuesta por nuestra Ley Orgánica del Poder Judicial al establecer la condición de que el delincuente no haya sido absuelto, indultado o penado en el extranjero por los mismos delitos. Recuérdese que fueron muy pocos los militares argentinos que llegaron a ser juzgados y condenados (todos ellos indultados a finales de 1990).
Algunos de ellos aparecen ahora imputados en los autos del juez Garzón; pero lo son por unos delitos concretos e individualizados, distintos de aquellos otros delitos -también concretos e individualizados- por los que fueron juzgados años atrás. Por tanto, pueden ser procesados en España a pesar de la citada limitación. Con mayor razón pueden serlo los altos jefes "desprocesados" por el anterior indulto de 1989, así como los numerosos jefes y oficiales que nunca llegaron a ser juzgados, como consecuencia de las leyes llamadas de Obediencia Debida (1987) y Punto Final (1986). La respuesta a la primera pregunta planteada ha de ser, por tanto, inequívocamente afirmativa.
La segunda cuestión sería la siguiente: estarán dispuestas las autoridades argentinas -tanto políticas como judiciales- a prestar la colaboración que se les solicita, atendiendo a una posible comisión rogatoria de extradición? La respuesta es igualmente rotunda, pero negativa en este caso. No habrá, por parte argentina, la más mínima colaboración ni se concederá una sola extradición. A pesar de la posición expresada por nuestro ministro de Exteriores, Abel Matutes -afirmando que tal comisión rogatoria sería inmediatamente tramitada por el Ejecutivo si la justicia española así lo requiriese-, aun así, aunque nuestra justicia las demande y nuestro Gobierno las tramite, no cabe esperanza alguna respecto al logro de las extradiciones correspondientes.
Para comprender hasta qué punto puede darse por segura esta respuesta negativa, recuérdese simplemente lo ocurrido en los dos casos de más notable repercusión internacional registrados durante aquella represión: el secuestro, tortura, violación y asesinato de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, y el secuestro y asesinato de la súbdita sueca de 17 años Dagmar
Hagelin, casos ambos en los que el teniente de la Armada Alfredo Astiz apareció imputado como autor principal. Las intensas gestiones realizadas por los Gobiernos francés y sueco resultaron siempre infructuosas, revelándose absolutamente impracticables tanto la extradición del citado teniente como su condena en su propio país. Baste, por tanto, recordar estos dos casos tan notorios para comprender lo que ocurrirá ante empeños similares por parte del Gobierno español.
Llegamos con ello a la tercera y última de las interrogantes. Contando con esa segura y sistemática negativa de las autoridades argentinas a toda reapertura de actuaciones judiciales en su propia jurisdicción, así como a todo tipo de extradición, merece la pena el esfuerzo de llevar adelante en España dicho procedimiento judicial, hasta llegar al correspondiente desenlace procesal? Nuestra respuesta a esta última pregunta es un rotundo sí.
Incluso contando con que las autoridades argentinas mantendrán su posición cerradamente defensiva -rechazando siempre la extradición de sus connacionales-, si la acción judicial española se desarrolla con la suficiente eficacia y determinación, podrán alcanzarse, al menos, un par de logros de cierta importancia y valor. El primero, ya conseguido por Francia y Suecia contra el teniente Astiz, consiste en la emisión por Interpol de órdenes internacionales de busca y captura, dirigidas contra aquellos represores sobre cuya criminalidad exista la suficiente evidencia probatoria. Ello no garantiza en absoluto su encarcelamiento, pero sí consigue un efecto no precisamente despreciable: inmovilizarlos en el interior de su país, impidiendo su salida al exterior, donde podrían ser detenidos al llegar al primer puerto o aeropuerto -en cumplimiento de la legislación internacional- para ser entregados a la autoridad judicial que los reclamó.
Pues bien; si Francia y Suecia, contando cada una de ellas con un caso concreto, han obtenido ese resultado, en nuestro caso, dado el cúmulo de casos y de evidencias registradas contra un numeroso grupo de represores, el resultado podría ser más espectacular. Del auto de Garzón (tercero de los citados) se desprende la posibilidad directa de librar órdenes internacionales de detención (contra todos o algunos de los 78 imputados) en función del resultado de las declaraciones requeridas por comisión rogatoria, o, en su caso, de la negativa a prestarlas. Por añadidura, cuatro militares argentinos han manifestado su disposición a declarar ante el juez español, tres de ellos al amparo del anonimato y del régimen de protección al "arrepentido", previsto en nuestra actual legislación.
Italia, por su parte, ha puesto en marcha un proceso similar. Su ministro de Justicia, Giovanni Maria Flick, impulsa actualmente los procedimientos judiciales incoados "contra Jorge Rafael Videla y 88 más", por delitos de desaparición forzada, torturas, asesinatos y otra serie de delitos subsiguientes, perpetrados contra varios centenares de ciudadanos italianos en aquella trágica Argentina de los años setenta. El poder judicial italiano, por otra parte, ve facilitado su propósito por el hecho de que su Código Penal, a diferencia del nuestro, permite la renovación de juicio (artículo 11) incluso ante casos de "cosa juzgada" en el extranjero. A su vez, en Estados Unidos se están instruyendo causas judiciales sobre crímenes contra ciudadanos norteamericanos cometidos por los militares argentinos durante su régimen dictatorial.
Todo hace suponer, por tanto, que en un plazo no excesivamente largo podremos ver a varias docenas de responsables de la guerra sucia sometidos a órdenes internacionales de captura de muy distintas procedencias, lo que les obligará a vivir permanentemente confinados en su país. En este sentido, la actuación del juez Garzón viene a significar, en definitiva, que la justicia española no está dispuesta a eludir su aportación a ese logro en su vertiente legal. E1 segundo logro antes aludido se sitúa, en cambio, en el área de lo moral. El hecho de que aquellos militares argentinos que actuaron como prepotentes dueños absolutos de la vida y la muerte, administrándolas ambas de la forma más discrecional, endiosándose por encima del bien y del mal, actuando al margen de toda ley y toda moral, el hecho de que tales sujetos se vean ahora enfilados por la comunidad internacional y conceptuados por ésta como indeseables delincuentes que deben ser capturados y conducidos ante los jueces de algunos de los países más civilizados de la tierra implica un tipo de castigo moral cuya significación va mucho más allá de los resultados puramente legales que de todo esto se puedan derivar.
Ello se inscribe plenamente en la nueva filosofía, cada vez más firmemente establecida en el ámbito internacional: la llamada "injerencia humanitaria" que, superando el principio de "no injerencia en los asuntos internos de otros Estados", establece otro principio de creciente vigencia actual. Este nuevo principio de progresiva implantación -auspiciado por repetidas resoluciones de las Naciones Unidas y cada vez más asumido por la comunidad internacional- puede resumirse
así: la defensa de los derechos humanos en cualquier país del mundo donde sean gravemente atropellados es un deber por encima de las fronteras y los regímenes. Ante estas situaciones no cabe denunciar la "injerencia extranjera", habitual coartada para el mantenimiento interno de la impunidad.
Afirma amargamente Ernesto Sábato: "En la Argentina de hoy, cuando caminamos por nuestras calles, sabemos que nos cruzamos con asesinos y torturadores de la peor calaña, que se mueven entre nosotros con toda libertad". Pues bien; esperemos que, en éste y otros países, gracias a actuaciones como la del juez Baltasar Garzón, los más caracterizados representantes de aquella innoble ralea, que tan libremente circulan por las ciudades argentinas, no puedan, al menos, hacerlo por las nuestras.
--------------------------------------------------------------------------------
Artículo publicado en el Diario EL PAIS. Madrid, 30 de noviembre de 1996.
--------------------------------------------------------------------------------
Juicio por los Desaparecidos Españoles en Argentina
Dionisio. ¡Cuantos como tú!
DIONISIO GÓMEZ HERMOSO (14-06-1939)
Nacido en Buenaventura (Toledo) el 14 de abril de 1894. Estuvo encarcelado en las prisiones de Conde de Toreno, Yeserías y Porlier, hasta su fusilamiento el 14 de junio de 1939.
“Mi padre; se me llenan los ojos de lágrimas, recordándole, aunque le llevo en mi mente constantemente, solo por lo que tuvo que pasar y sufrir, mucho por el sufrimiento físico, y más lo que pensaría por lo que dejaba, una mujer maravillosa y 9 hijos; el mayor de 18 años y el pequeño de 5 años todos sin poder tener un medio para salir adelante; la guerra nos partió toda clase de situarnos, para empezar una vida como toda persona normal emprende. Mi padre trabajaba día y noche, para que no les faltara a sus hijos nada y luchaba con el corazón y se sentía orgulloso de toda su familia; cuando tenía un momento de ocio nos llevaba al Circo porque sabía que nos gustaba mucho, como éramos muchos hacíamos turnos. Yo le recuerdo, por ser la última vez que le vi, en el frente, estábamos en unas colonias, por la provincia de Alicante, y el responsable, "dijo", ¿queréis ir a ver a vuestro padre? yo me apunte y nos llevaron; estaba con un plato de aluminio y una cantimplora .Nos llevaron en un camión de esos de volquetes, pero no me importó, el caso que pude estar un poco con él; no sabía yo que ese iba a ser el último día de verle. Mi padre era pintor, tenía mucho trabajo, uno por ser buena persona y otro porque trabajaba muy bien era un buen pintor. Iba a un taller y después hacia trabajos por su cuenta y quedaban contentos con él. Os contraria de el muchos episodios, siempre pensando en su familia; lo domingos nos íbamos al campo todos a merendar; otra de las cosas que hay que tener en cuenta, es, cuando hacia un trabajo extra, ya estaban los dos, digo los dos, mi padre y mi madre ,echando cuentas para comprar a las niñas zapatos, vestidos etc. Todo esto se acabó cuando empezó la guerra. Siempre hay un fin, algunos terminan bien, y otros son horribles, como lo que sucedió. Os he podido dar alguna referencia; mucho mas no creo debido a las edades que nos pilló la guerra.”
Subscribe to:
Posts (Atom)